Esta historia ambientada en el universo de Mi pobre angelito busca recrear aquella comedia emblemática. Pero se queda en la mera cita, sin saber cómo actualizar algunas cosas que hoy sonarían incómodas.
Contra unos cuantos pronósticos, la comedia dirigida por Dan Mazer es despareja pero disfrutable, y muestra a un Robert De Niro con energías renovadas.