Este noir mezcla a un cantante de jazz en caída libre con una mujer alada, pero también a Mickey Rourke, con Megan Fox y Bill Murray con resultados un tanto ridículos.
Entre todas las películas que filma Jason Statham, de repente aparecen pequeñas joyas como este film sinuoso, casi un cuento de hadas que asimila el carácter lúdico de ese entorno de Las Vegas.
Una nueva adaptación de Stephen King que no le hace honor al gran autor de literatura terrorífica. Clichés y elementos habituales del género, mal enlazados y que llevan al tedio.