El talentoso Noah Baumbach se vale de los enormes Scarlett Johansson y Adam Driver para trazar el recorrido que lleva a una pareja a tomar la decisión de separarse.
Un melodrama familiar que maneja una serie de tonalidades que le permiten no descarrilar, pero que al mismo tiempo le impide conseguir una verdadera empatía con lo que se cuenta.
Esta adaptación de una novela de Nick Hornby encuentra un aceitado balance entre drama y comedia, con actuaciones perfectas de Rose Byrne y Ethan Hawke.