La película de Fernando Salem funciona mejor cuando recurre al humor para contar la experiencia de una joven que vuelve a su ciudad para tirar las cenizas de una amiga muerta.
Interesante aproximación sobre la estadía de Adolf Eichmann en Argentina, antes de ser capturado para ser enjuiciado en Jerusalén, que se distingue de la espectacularidad de otros antecedentes fílmicos.