Título original: Ídem // Origen: Argentina // Dirección: Agustín Rolandelli // Guión: Luciano Leyrado, Agustín Rolandelli // Intérpretes: Marc Clotet, Eugenia Suárez, Juan Leyrado, Rafael Spregelburd, Diego De Paula, Cristina Invernizzi, Horacio Camandule, Rodolfo Lamboglia, Ignacio Toselli, Gabriel Villanueva // Fotografía: Federico Polleri // Producción: Jean Paul Bragard // Música: Gabriel Casacuberta // Duración: 90 minutos // Año: 2025 // Plataforma: Disney+
2 puntos
UNA HORA Y MEDIA DE NADA
Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
Uno puede entender que Parking (disponible en Disney+), es pura premisa y que no se le puede pedir demasiado, aunque es cierto que hay grandes películas que son una idea y no mucho más. Pero bueno, podríamos conformarnos con un thriller/comedia negra que le sacara jugo a su planteo central y nos entretuviera razonablemente durante noventa minutos. Pero no, el film de Agustín Rolandelli queda lejísimos de ese modesto objetivo, mientras desperdicia un elenco con unas cuantas figuras en plan mercenario.
En Parking tenemos a Mateo (Marc Clotec, a quien quizás le vino muy alta la renovación del alquiler), que está cumpliendo un arresto con pulsera electrónica tras haber cometido un delito informático. El único trabajo que pudo conseguir es en un parking del microcentro de la ciudad, del cual lo deja a cargo un antiguo amigo de su padre (Juan Leyrado, al que posiblemente le vinieron muy altas las expensas extraordinarias). Podríamos empatizar con Mateo y su situación de paria social, sino fuera porque tenemos que soportar su voz en off a cada rato, con devaneos existenciales que son un compendio de lugares comunes pesados y solemnes. Por eso recibimos con alivio la llegada del conflicto principal. Pero el alivio dura poco.
Y decimos que dura poco porque aparece Lara (Eugenia Suárez, a la que le debe estar costando mantener la vida de lujos con Icardi), que se convierte en la involuntaria compañera de huida de Mateo cuando ambos presencian un asesinato en uno de los pisos del estacionamiento. Si todo lo que conduce al crimen perpetrado por una especie de mercenario interpretado por Rafael Spregelburd (al que seguramente le vino un resumen de la tarjeta muy abultado) está narrado con torpeza y pereza, el escape y persecución posterior no es mejor. Al relato le cuesta una enormidad darle entidad a esa pareja improvisada que deben lidiar con un evento que los sobrepasa y Rolandelli carece de ideas de puesta en escena que le permitan aprovechar un espacio de gran potencial, donde las escaleras, rampas y niveles deberían ser herramientas para generar una tensión que nunca aparece.
Si bien Parking dura solo una hora y media, se hace larguísima, en buena medida porque está repleta de tiempos muertos donde el film se muestra incapaz de darle un rumbo concreto a lo que está contando. De hecho, no muestra inventiva alguna tanto en el plano de la comedia como en el thriller. Hay un constante giro en el vacío que solo se supera en los minutos finales, que solo son mejores porque, al fin y al cabo, pasan cosas. Un poco como sus protagonistas, Parking no sabe qué hacer consigo misma y apenas si se dedica a existir.
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