
Título original: The bayou // Origen: Reino Unido // Dirección: Taneli Mustonen, Brad Watson // Guión: Ashley Holberry, Gavin Cosmo Mehrtens // Intérpretes: Athena Strates, Madalena Aragão, Elisha Applebaum, Mohammed Mansaray, Tayla Kovacevic-Ebong, Andonis Anthony, Sarah Priddy, Isabelle Bonfrer, Flynn Barnard, David Newman, Evan Sokol // Fotografía: Steven Hall // Montaje: Brad Watson // Música: Segun Akinola // Duración: 87 minutos // Año: 2025
3 puntos
UN MONTAÑA RUSA ABURRIDA
Por Rodrigo Seijas
(@rodma28)
Puede pensarse a Infierno en el pantano como una montaña rusa, pero una que siempre va en tendencia descendente y donde las subidas y bajadas son bastante tenues. Es que estamos ante una película que se quiere vender como tensa, dramática, vertiginosa, aventurera, pero que en la mayor parte de su recorrido es deshilachada, esquemática y hasta aburrida.
Si el arranque, que muestra un operativo antidrogas, aunque filmado sin mucha pericia, tiene algo de intriga y hasta propone una idea algo desquiciada que luego no explota lo suficiente, lo que viene a continuación derriba casi toda esperanza. Allí vemos a Kyle (Athena Strates), una estudiante universitaria que asiste a clases donde enseñan biología de nivel primario y que, cuando comienza el período de vacaciones, es invitada por unos amigos -que enseguida son insoportables- a un viaje de descanso, diversión y todas esas cosas. Un viaje que se supone que también le debería servir para empezar a superar el fallecimiento de su hermano, que murió en circunstancias trágicas. Sin embargo, esos planes se arruinarán cuando tomen un avión charter destartalado, con un piloto que podría portar un cartel en su frente que diga “voy a estrellar este aparato”, lo cual finalmente sucede. A partir de ahí, este grupo de amigos, junto a otra gente, terminarán varados en el medio de un gran pantano y perseguidos por unos gigantescos caimanes, que no solo son recontra territoriales, sino que encima andan con unas ganas bárbaras de matar gente.
A Infierno en el pantano le cuesta una enormidad plantear el conflicto central de su relato, por lo que recurre a explicaciones constantes que son de manual de preescolar. Y eso que la premisa es bastante básica: un grupo variopinto de personas intentando sobrevivir frente a unas criaturas despiadadas y un entorno hostil, con Kyle como líder improvisada gracias a sus conocimientos biológicos. Pero el film de Taneli Mustonen y Brad Watson tiene una puesta muy precaria, donde rara vez sorprende o inquieta, los protagonistas son estereotipos andantes y hay secuencias que se pretenden de hondo dramatismo que están filmadas horriblemente. A eso hay que agregarle un puñado de flashbacks que hacen referencia al pasado tormentoso de Kyle que convocan más a la risa irónica que a la empatía.
A medida que pasan los minutos, hacia la mitad de su metraje, Infierno en el pantano encuentra algo de sentido aventurero y algunas ideas visuales relativamente interesantes. Sin embargo, los minutos finales vuelven a ser inverosímiles y predecibles a la vez, con una pobre resolución del enfrentamiento entre los antagonistas. Por suerte todo termina bastante rápido e Infierno en el pantano no dura lo suficiente para aburrir tanto.
Si disfrutás los contenidos de Funcinema, nos gustaría tu colaboración con un Cafecito para sostener este espacio de periodismo independiente: