
Por Mex Faliero
Finalmente el cuarto episodio de la segunda temporada de Severance fue lo que estábamos esperando desde que comenzó: un episodio con un trabajo formal notable, lleno de climas sugerentes, con actuaciones ajustadísimas y con elementos dentro de la trama que hicieron mover la estructura general. Woe’s hollow se sintió como un avance real, aunque los primeros minutos estuvieron rodeados de una gran incertidumbre: justo cuando al final de Who is alive? se jugaba con la reintegración de Mark (Adam Scott), el nuevo capítulo parece querer sacarnos de ahí y llevarnos a otro lugar. La diferencia aquí fue que ese otro lugar fue un lugar satisfactorio, intrigante, estimulante. Un lugar donde Severance volvió a sentirse Severance en su mezcla de extravagancia y humor retorcido, como en eso de “la cascada más alta del mundo”. El capítulo estuvo construido alrededor de una idea que tiene que ver con políticas empresariales, como la posibilidad de ofrecer un retiro a los empleados para que se fortalezcan como grupo. Lumon hace eso, los envía en ese desdoblamiento perpetuo al Bosque Nacional Dieter Eagan, donde pasarán unos días de campamento pero, fundamentalmente, tendrán que conectar con el fundador de la compañía, con su historia familiar y con un espacio que se dice fundamental. Lenta y progresivamente Woe’s hollow, dirigido nuevamente por Ben Stiller, va construyendo su conflicto, en un clima de absoluto enrarecimiento, donde a la idea de los Innies y los Outies se suman unos tétricos gemelos que les van indicando el camino a Helly (Britt Lower), Mark (Adam Scott), Dylan (Zach Cherry) e Irving (John Turturro). Hay situaciones intensas, como la secuencia sexual entre Helly y Mark, que terminará con una extraña confusión para el protagonista, pero fundamentalmente el gran conflicto del episodio será el de Irving, apesadumbrado por la idea de que Helly no sea Helly, sino la mujer que está ahí afuera. Eso desembocará en situaciones surrealistas, pesadillescas y finalmente en una instancia de máxima tensión: Irving intentará ahogar a Helly en un lago mientras exige la verdad. Será Milchick (Tramell Tillman) el encargado de resolver el asunto con una decisión salomónica: la expulsión de Irving, algo que el personaje venía buscando desde el comienzo de la temporada. ¿La pena está vinculada realmente con su desacato o por poner en riesgo a una descendiente de los fundadores? Lo sabemos en el próximo capítulo, que lleva el sugerente título de Caballo de Troya. Severance pasó de cero a cien en un episodio intensísimo. Esperemos que este sea el camino de ahora en más y no sigamos con retrocesos que terminen demostrando cierta especulación innecesaria o estiramiento.
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