Por Mex Faliero
NdR: este texto contiene algunos spoilers.
Nuevamente con Shari Springer Berman y Robert Pulcini en la dirección, Lifeboat fue el capítulo que nos devolvió al centro del dilema de la temporada, la resolución de los asesinatos de Sazz Pataki (Jane Lynch) y Milton Dudenoff (Griffin Dunne), aunque en verdad el de Milton…. no nos adelantemos. Resueltas a media algunas subtramas, como la de los dilemas sentimentales de Oliver (Martin Short), Only murders in the building se dispone a afrontar la recta final de la temporada. Y cuando todo parecía señalar a los vecinos del otro ala del Arconia, en verdad todo tuvo en este episodio una explicación más o menos razonable: aquello que no querían que se supiera no era más que el beneficio con el que contaban para vivir en ese edificio de lujo por unos pocos dólares y el trato al que habían llegado con Dudenoff, tal vez el personaje más interesante que terminó mostrando esta temporada la serie. Un tipo solitario, taciturno, que terminó con su vida tras el diagnóstico de una enfermedad incurable, y que con su arquetipo responde al gran tema de la serie desde sus comienzos: los personajes alienados en un entorno salvaje como es la gran ciudad. Finalmente los westies tomaron de rehenes unos minutos a nuestros héroes, también a los actores que los interpretan en la película que se está rodando, y explicaron todos los entretelones. Lifeboat tuvo un gran acierto narrativo, aunque estuvo centrado básicamente en explicaciones, nunca se sintió como un capítulo estancado o excesivamente verbalizado. El diálogo, por el contrario, tuvo gran ritmo interno y la puesta en escena se permitió representaciones que le dieron acción al texto. Entre todo esto, el momento para el destaque de Steve Martin y su capacidad para el humor físico: resulta que Charles-Haden Savage está imposibilitado de expresar sus emociones, y el personaje convierte toda esta angustia interna en una implosión corporal que el actor resuelve con enorme gracia. Hacia el final del episodio, y tras la aparición de Helga (Alexandra Templer), la misteriosa novia de Rudy Thurber (Kumail Nanjiani), los westies quedaron a salvo de las acusaciones y apareció un nuevo sospechoso, tal vez el último que queda por señalar, nada más y nada menos que el Glen Stubbins de Paul Rudd. Esta temporada repitió demasiado mecánicamente el recurso de cerrar un capítulo con un sospechoso que queda descartado en el comienzo del capítulo siguiente, pero esperamos que a esta altura de la temporada la pista sobre Glen termine llevando a una resolución. Más allá de todo esto, Lifeboat fue un buen episodio que nos llevó de las narices con mucha habilidad.
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