No estás en la home
Funcinema

Bellas Artes – Temporada 1

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

Tras el paso adelante que había significado Nada, donde Cohn y Duprat habían intentado acercar su personaje a un costado más humano, vuelven por el territorio habitual con Bellas artes, una serie que les ofrece un marco inmejorable para lanzar sus habituales dardos contra la intelectualidad y el esnobismo cultural, ahora encaramado en el progresismo y sus corrientes de pensamiento aplicadas con pericia castrense. El arte ha sido uno de los temas preferidos de la dupla desde sus orígenes -que aquí cuenta con la presencia en el guión de Andrés Duprat-, aunque más que el arte, la experiencia de lo humano con el arte. Oscar Martínez interpreta (en un personaje que le calza perfecto) a un intelectual de la vieja escuela que, sin esperarlo, termina ganando el concurso para dirigir un museo de arte contemporáneo en Madrid. Antonio Dumas, el sujeto en cuestión, se suma a la galería de criaturas misantrópicas tan cara al universo Cohn-Duprat, alguien con especiales problemas para conectar con todo lo que lo rodea, especialmente con su hijo y su nieto. Obviamente, a partir que asume en su cargo se topará con todo el tipo de tonterías que imaginamos (porque respiramos diariamente ese universo de progresismo pavote y voluntarista) y porque sabemos que los autores fuerzan todo lo posible el guión como para tener razón siempre. Uno de los grandes problemas de Bellas artes es que se nota demasiado que no hay un camino que atraviesa el personaje, sino una serie de trampas escritas de antemano para hacerlo caer en cada uno de los lugares donde el público potencial de la serie lo espera. Bellas artes no es como The Office, que retrataba la tontería del mundo a partir de construir personajes que querían encajar, sino que retrata la tontería del mundo con el dedo acusador del que cree estar unos escalones por encima. Esos juicios morales que recitan los personajes de Cohn y Duprat, y que aquí Dumas ejecuta como en un catálogo irrevocable. Hay algunos chistes en los que Bellas artes acierta, como en la secuencia con la beluga muerta y el olor nauseabundo que inunda el museo (en Cohn y Duprat cuando los chistes no tienen carga ideológica funcionan mejor), pero la mayoría de las veces se le notan demasiado los hilos a una serie que no sabe cómo darle vida al grupo de personajes que rodea al protagonista. Es, sobre todo, una oportunidad perdida.

NdR: Los 6 episodios de la primera temporada están disponibles en Star+.


Si disfrutás los contenidos de Funcinema, nos gustaría tu colaboración con un Cafecito para sostener este espacio de periodismo independiente:
Invitame un café en cafecito.app

Comentarios

comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.