Por Mex Faliero
Ambientada en los años 60’s, la miniserie protagonizada por Brie Larson encaja perfectamente en la agenda del presente: la historia de una científica que es menospreciada por sus colegas y por la universidad en la que trabaja, que sin embargo encuentra un espacio de consagración personal en un programa de televisión que le da lugar a otra de sus pasiones, la cocina. Creada por Lee Eisenberg y basada en una novela de Bonnie Garmus, Lecciones de química sin embargo encuentra sus mejores pasajes en la historia de amor que encara la científica Elizabeth Zott (Larson) con su reputado colega Calvin Evans (Lewis Pullman), historia que alcanzará un aura trágica y que servirá para que la protagonista enfrente múltiples cambios personales. Lecciones de química tiene un nivel de producción importante y aciertos narrativos (hay un gran capítulo narrado desde el punto de vista de un perro), en un juego con los tiempos que hacen lucir su montaje. Pero se embarra allí en los momentos en los que quiere decir algo: se pone seria, frunce el ceño y parece discursear un poco como en un sermón de la montaña, un poco como la actitud de Larson en las secuencias ambientadas en el show televisivo. Cuando deja de lado esa postura, la miniserie incluso puede decir cosas más complejas, como en la relación de la protagonista con la maternidad. Es curioso, pero Lecciones de química tiene tantos momentos notables como otros de una discursividad subrayada y trillada. Un poco los límites los podemos encontrar en el personaje del productor televisivo Phil Lebensmal (Rainn Wilson), una construcción caricaturesca del típico misógino con poder de mediados del siglo pasado. Es curioso, porque Wilson se hizo famoso con un personaje el triple de repudiable en The Office, pero aquella comedia tenía la inteligencia como para volver complejo a ese personaje y para saber reírse de su brutalidad. Lecciones de química, por tanto, es una serie irregular en el abordaje de sus temas, pero que afortunadamente en la balanza termina dejando un saldo positivo cuando se olvida del discurso y se anima a abrazar a su personaje con todas sus contradicciones.
NdR: los ocho episodios están disponibles en AppleTV.
Si disfrutás los contenidos de Funcinema, nos gustaría tu colaboración con un Cafecito para sostener este espacio de periodismo independiente: