Título original: It Lives Inside
Origen: EE.UU. / Canadá
Dirección: Bishal Dutta
Guión: Bishal Dutta, Ashish Mehta
Intérpretes: Mohana Krishnan, Megan Suri, Neeru Singh, Betty Gabriel, Vik Sahay, Gage Marsh, Siddhartha Minhas, Paige Shaw, Carlo Yu, Sangeeta Wylie
Fotografía: Matthew Lynn
Montaje: Jack Price
Música: Wesley Hughes
Duración: 99 minutos
Año: 2023
4 puntos
NO LA ABRAS Y TAMPOCO LA MIRES
Por Santiago González
En 2015 se estrenó The babadook de Jennifer Kent, una película que utilizaba el cine de género para contar cómo una madre viuda debía hacerle frente a una criatura alimentada en base a sus traumas. En El legado del diablo (2018, Ari Aster) una familia vivía un trauma luego de la muerte de un ser querido. El cine de terror parecería tener todos los años una película evento, esa película que todos los espectadores tienen que ver lo cual conlleva a un problema: si salen muchos títulos con esa misma táctica detrás suyo, el efecto termina siendo el contrario, quedan en el olvido. Con No lo abras pareciera pasar eso mismo.
La ópera prima de la directora Bishal Dutta sigue a una joven de India llamada Samidh (Megan Suri) que trata de asimilar lo más que puede la cultura americana en donde se encuentra inmersa, mientras que rechaza sus raíces y a su mejor amiga Tamira quien se convirtió en un paria por tener un oscuro secreto. Secreto que compartirá y cambiará la vida de Samidha.
Los problemas de No lo abras son evidentes de entrada. Su directora tiene que estirar hasta lo imposible una idea que se podría resolverse en treinta minutos, para eso tiene que recurrir a las mismas ideas en cuanto al cine de terror que se han visto en los últimos años, y por ende nada sorprende, nada causa emoción, nada importa en definitiva. Y en eso también se afectada la puesta en escena, similar a la de Sonríe (Parker Finn), una puesta en escena prolija donde prevalecen planos vistosos pero que quedan en eso, en ser vistosos.
Pero capaz lo peor es que No lo abras es un intento de usar el terror para acercar la cultura india a una cultura occidental, pero al hacerlo pierde su personalidad. No es que no sea importante para la trama, es que simplemente hay tantas películas similares que esto termina siendo indiferente. Al tener que jugar dentro de un cine comercial que es mucho más convencional y conservador, no puede ofrecer nada de lo que hace valioso a la cultura india, lo que queda son apenas datos que sirven para hacer avanzar a la trama. Lo mismo desde las actuaciones, la fotografía e incluso la banda sonora, todo pareciera indicar que estamos a una obra que nació atrapada y nunca salió.
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