ENTRE REJAS Y A LO LOCO
Por Mex Faliero
Por estos días cumplió 100 años de su estreno el film Ladies they talk about, dirigido por Howard Bretherton y William Keighley. Claro que no estamos hablando de ningún clásico del cine, de esos que generan consenso y aparecen en las listas de académicos, ni mucho menos de que Bretherton y Keighley sean dos realizadores indispensables que cambiaron el cine norteamericano de la primera parte del Siglo XX. Sin embargo, por elementos que componen su trama se trata de un relato que pone en consideración algunos prejuicios a los que se recurre cuando se habla del cine del pasado y se lo pone en contraste con el cine del presente, mucho más cuando desde algunos colectivos y militancias se cree estar inventando la pólvora. Contra todo esto, la presencia de Barbara Stanwyck es un torbellino de pasión que se lleva puesto todo.
Ladies they talk about está basada en la obra de teatro Mujeres en prisión de Dorothy Mackaye, donde la autora cuenta su propia experiencia como presidiaria, cuando fue detenida tras ocultar y distorsionar hechos relacionados con el asesinato de su amante a manos de su marido. La película en verdad toma un elemento de esa historia, la vida en una cárcel de mujeres, para construir un relato que abreva tanto en el noir, como en la comedia y el melodrama. Lo primero que llama la atención es la duración, de apenas 69 minutos, lo que se logra a partir de transiciones veloces, elipsis abruptas y una capacidad asombrosa para la síntesis narrativa, que parece preconfigurar la televisión de las primeras décadas. En Ladies they talk about, Stanwyck interpreta a Nan Taylor, una mujer que integra una banda delictiva que es detenida luego de un fallido robo a un banco. Si bien ella niega ser cómplice, finalmente la presencia de un exitoso predicador radial, con el que mantuvo un romance en el pasado, es lo que termina de confirmar su estadía en la prisión. A partir de ahí, podríamos decir, comienza lo interesante, lo que vuelve singular al film.
Nan ingresa en la prisión e inmediatamente se convierte en el centro de atención del pabellón. Ladies they talk about escapa lo más posible del realismo, su mirada sobre la vida en prisión es la de un grupo de mujeres algo pendencieras, capaces de los comentarios más procaces y provocadores, como si estuvieran charlando en el ascensor o en una peluquería. Hay una mínima tensión dramática relacionada con los vínculos, sociedades y enemistadas que Nan construye y con la posibilidad de que le revoquen la condena, pero lo fundamental está ahí dentro, tras las rejas, en una serie de viñetas que parecen los números de un vodevil o algún sketch humorístico. Bretherton y Keighley narran todo esto con velocidad cercana a la screwball y exhiben una gracia evidente para ser ligeros y divertidos, algo que no pasa cuando luego la película se convierta en un melodrama carente de encanto y peso dramático. Claro que Ladies they talk about es -sobre todo- una película pre-código, por lo que se permite todo tipo de sugerencias sexuales, poner en escena mujeres fuertes e independientes y un cinismo alejado de la ingenuidad apologética del cine posterior. Algo que muchos consideran novedoso hoy.
En verdad Ladies they talk about fue un vehículo para el lucimiento de Stanwyck. De hecho, no podríamos definir si Nan tiene cosas de Stanwyck o si Stanwyck tiene cosas de Nan. Su personaje es pura actitud desde la primera escena; Nan fuma, insulta, echa miradas furibundas, manipula, todo con un dejo de arrogancia que solo una actriz de carácter como la Stanwyck puede escenificar con absoluta autoridad. Por ejemplo demostrando que la lógica narrativa no es el fuerte de Ladies they talk about, hacia el final las cosas se resuelven en el territorio del melodrama romántico, no sin antes mostrar cómo Nan le dispara a un hombre que, en vez de morir, cae rendido en sus brazos. Con sus desniveles, el film de Bretherton y Keighley se permite licencias dramáticas e ironías varias con ímpetu beligerante.
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