Por Mex Faliero
Reboot, la comedia creada por Steven Levitan (Modern family), es una de las mejores series del año. Así, sin vueltas. No hubo demasiado ruido a su alrededor tal vez porque narrativamente se apega a una estructura convencional, porque carece de la extravagancia de muchas de las series que se ponen de moda o porque -y creo que esta es la clave- su mayor acierto es apelar a los temas de agenda pero dándoles una vuelta de tuerca que la vuelven mucho más compleja que la mayoría del llanto woke que vemos habitualmente. Reboot es, además, una serie sobre las series, pero que le escapa a toda la obviedad sobre el tema: Es decir, cae en ciertos lugares comunes (en definitiva, son inevitables), pero los usa como plataforma para otra cosa. Y esa cosa es una mirada no exenta de melancolía sobre el pasado y la imposibilidad de volver a ser, pero con la inteligencia como para saber que puede ser otra cosa (diferente, nueva) a partir de ahora. La excusa es el reencuentro del elenco de una sitcom que fue exitosa a comienzos de siglo para una reescritura que actualice sus códigos de humor. Para alguno será la oportunidad de volver de los fracasos, para otro aferrarse al único lugar que tal vez lo mantuvo a raya. Pero para la guionista, especialmente, será la oportunidad de saldar cuentas con su padre, no casualmente guionista de la comedia original. Reboot refuerza los recursos del melodrama al hacer interactuar a los personajes, pero lo más divertido son las reuniones de guionistas, que agrupan a jóvenes escritores con una mirada moderna sobre el humor y a viejos llenos de trucos aprendidos en la época de oro y con un nivel de incorrección muy provocadora. En definitiva, Reboot reflexiona sobre el humor, sobre qué nos hace reír, incluso a partir de nuestras diferencias (culturales, generacionales). Y lo mejor, cuando todo podría ser un plan para ejercitar el cinismo y la misantropía (viejos artistas vanidosos que se reúnen para agredirse) la serie opta por encontrar los espacios luminosos, recuperar lo mejor del pasado de cada uno para encontrar ahí el rasgo de humanidad que queda. La presencia de Paul Reiser, su experiencia en el género, es fundamental para que la comedia funcione magníficamente. Y, claro, nombres como los de Keegan-Michael Key, Fred Melamed, Judy Greer, Rachel Bloom o Johnny Knoxville, todos en estado de gracia.
-NdR: Los 8 episodios de la primera temporada están disponibles en la plataforma Star+. No hay segunda temporada confirmada.
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