Por Patricio Beltrami
La muerte de Kevin Conroy representa el cierre de una etapa gloriosa para Batman, el superhéroe más grande del mundo de un tiempo a esta parte. Si bien su cara es desconocida para gran parte del público, incluso para muchos seguidores del personaje, Conroy ha sido fundamental para la consolidación y constante expansión de la popularidad del encapotado durante los últimos treinta años, tanto en animación como en videojuegos. Referente de algunas de las mejores historias del personaje en formato audiovisual, solo a través de su voz logró configurar ese delicado balance entre Bruce Wayne y Batman.
Si bien su carrera había iniciado a fines de los setenta, Conroy cosechó una trayectoria irregular en televisión a lo largo de sus primeros quince años de carrera, donde se destacan breves participaciones en series como Dinastía o Cheers. En ese contexto, su más importante recurso actoral no solo lo catapultó a su primer gran papel protagónico, sino que también lo convirtió en la voz de Batman. Con solo tres temporadas y más de cien episodios, Batman: La serie animada rápidamente fue un éxito aclamado por la crítica y los espectadores. En retrospectiva, junto a la transformación estética y narrativa en los cómics de los ochenta y las dos películas de Tim Burton, la producción animada resultó clave para que el guardián de Ciudad Gótica destronara a Superman como el superhéroe más grande del mundo.
Al respecto, se pueden mencionar numerosos aspectos atractivos que confluyeron en el éxito de la propuesta: Historias autoconclusivas que combinaban la acción de superhéroes con una faceta de detective noir; una Ciudad Gótica cuya estética de la década de 1960 se combinaba con moderna tecnología; uso apropiado de la extensa galería de personajes de los cómics e, incluso, la imposición de nuevas caras, como Harley Quinn; y un tono adulto y autoconsciente que combinaba la acción, el policial, el drama y la comedia sin abandonar la humanidad de héroes y villanos. Igualmente, la serie animada sustentó buena parte de su trascendencia no solo en el enfrentamiento entre Batman y el Guasón, sino también en el excelente trabajo vocal de Kevin Conroy y Mark Hamill, respectivamente.
En línea con la composición realizada por Michael Keaton en Batman y Batman vuelve, Conroy estableció diferencias claras entre las personalidades del protagonista sin caer en las exageraciones que se han incurrido en las últimas representaciones del personaje (voces rasposas, casi guturales, con tono cada vez más graves). Bruce Wayne nunca deja de ser un exitoso hombre de negocios, seductor y encantador, pero aún traumatizado por la muerte de sus padres y preocupado por el bienestar de aquellos que lo rodean. Por ese motivo, la voz de esta faceta es cálida, amable, incluso con dejos de fragilidad y tristeza, que se aleja notoriamente del tono firme de Batman, implacable ante los villanos y el peligro, amenazante, arrogante y, por momentos, jocoso e irónico.
Desde la animación, Conroy y los creadores de la serie comprendieron que no era necesario caricaturizar a Batman y Bruce Wayne para que se notaran las diferencias entre ambas personalidades. Solo era necesario trabajar en los matices para reflejar las diferencias existentes en la compleja personalidad del encapotado. Posteriormente, el actor continuó siendo la voz de Batman en decenas de películas animadas del personaje, sumadas otras tantas participaciones especiales en historias audiovisuales de los personajes de DC. En ese sentido, se destaca su salto a los videojuegos, donde le otorgó la voz al defensor de Ciudad Gótica en las cuatro entregas de la saga Arkham. Particularmente, se trata de producciones que también fueron aclamadas por la crítica y por los usuarios.
Más allá del reconocimiento de los fanáticos, Conroy finalmente tuvo la posibilidad de representar al superhéroe en acción real. En el marco del crossover de temporada entre las series del Arrowverso, apareció brevemente en un episodio de Batwoman interpretando a una versión alternativa de Bruce Wayne / Batman. Lamentablemente, el intérprete murió hace dos semanas a los 66 años. Entre las condolencias y los mensajes de afecto que se publicaron en páginas web y redes sociales, existió unanimidad en celebrar la vida de Conroy y, sobre todo, su significativa obra: haber sido la voz de una de las mejores versiones de Batman en sus 83 años de historia.
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