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Hombre Lobo por la noche

Título original: Werewolf by night
Origen: EE.UU.
Dirección: Michael Giacchino
Guión: Peter Cameron, Heather Quinn
Intérpretes: Gael García Bernal, Laura Donnelly, Harriet Sansom Harris, Jaycob Maya, Eugenie Bondurant, Kirk R. Thatcher, Leonardo Nam, Carey Jones, Al Hamacher
Fotografía: Zoë White
Montaje: Jeffrey Ford
Música: Michael Giacchino
Duración: 52 minutos
Año: 2022
Plataforma: Disney+


7 puntos


EL HOMBRE, Y OTROS MONSTRUOS

Por Patricio Beltrami

(@Pato_Beltrami)

Como bien mencionó Mex Faliero en Funcinema Radio, el mayor mérito de la irregular Fase 4 del Universo Marvel (MCU) es la experimentación en géneros y formatos. Luego de haber atravesado por sitcoms, dramas, series y cortos animados, entre otros, el estudio estrenó su primera Presentación Especial en el mes de Halloween: Hombre Lobo por la noche. Mezcla de homenaje al cine de terror de las décadas de 1930 y 1940 con la narrativa superheroica de Marvel Studios y sus dosis justas de humor, la producción enfatiza en el riesgo que, más allá de las apariencias y la mitología, representa el monstruo más peligroso del multiverso: el hombre.

Hombre Lobo por la noche presenta a un grupo de cazadores que se reúnen en la mansión Bloodstone para elegir al sucesor del mítico líder de la organización, Ulysses Bloodstone. Aquel que logre exterminar a la criatura más peligrosa del planeta heredará la Piedra de Sangre, amuleto capaz de eliminar a cualquier monstruo. Entre los invitados se encuentran la hija de Ulysses, Elsa Bloodstone (Laura Donnelly), desheredada por su padre tras veinte años de distanciamiento, y Jack Russell (Gael García Bernal), un experimentado cazador que, a diferencia del resto, se muestra incómodo con la propuesta y persigue su propio objetivo. Sin embargo, para conseguirlo deberá sobrevivir a la noche de matanza.

El vínculo entre este relato autocontenido y el MCU es inmediato. De hecho, la producción inicia con una secuencia animada, a manera de enciclopedia de monstruos ilustrada, donde se afirma que el universo de Los Vengadores posee una faceta sobrenatural oculta, solo expuesta como mitología y fantasía. No obstante, a partir de ese momento, se construye rápida y eficazmente la mitología del costado fantástico del universo. De hecho, una de las mayores virtudes de Hombre Lobo por la noche es que el relato se ajusta perfectamente a sus poco más de cincuenta minutos de extensión. La historia cierra, se cuenta lo justo y necesario sin perderse en subtramas de relleno, algo sensato como meritorio. Y no hay escena postcréditos, afirmando así que se trata de una producción independiente de la narrativa general del MCU.

Justamente, la dirección de Michael Giacchino representa uno de los puntos más altos de Hombre Lobo por la noche. En este orden, el realizador logra un equilibro entre lo discursivo y la acción. Por una parte, las conversaciones y monólogos están cargados de tensión, oscuridad y humor, contribuyendo así a la atmósfera de suspenso que este especial mantiene en sus primeros dos actos. Incluso, esta sensación se mantiene cuando los cazadores se ponen en acción recorriendo el laberinto de las catacumbas. A ello le suma el juego con las sombras en las paredes y una excelente disposición de la música incidental (especialidad de Giacchino) para enfatizar en que el monstruo se encuentra literalmente detrás de los muros.

En este marco de terror y fantasía, el miedo (a lo desconocido, a lo diferente) no opera como justificación de los actos de los cazadores, representados casi como caricaturas sanguinarias al servicio de una causa. Si bien se alude a grandes gestas, en realidad estos hombres disfrutan de las matanzas sin cuestionar la verdadera naturaleza de sus víctimas, a quienes exhiben como trofeos de guerra en sus salones de la muerte. Ante ello, los cazadores se erigen como los verdaderos monstruos, sádicos, letales y protegidos por la fuerza invencible de la Piedra de Sangre. Por ese motivo, las criaturas que buscan sobrevivir a la cacería demuestran que, en este contexto, son las únicas capaces de entablar vínculos reales, sinceros y humanos. Por ello, Jack Russell y Elsa Bloodstone son los únicos personajes que se destacan del resto, ya que muestran matices, vulnerabilidad y, además, tienen sus propios propósitos. Justamente, la historia respira en escenas que ambos comparten (y la introducción de otro gran personaje).

Si bien desde la estética se busca homenajear a las películas de terror de las décadas de 1930 y 1940 a través de ciertos recursos (blanco y negro, efectos de proyección antigua, efectos prácticos, escenarios de época y actuaciones y expresiones exageradas, casi teatrales), narrativamente trascurre como una propuesta del MCU. Igualmente, los elementos de género, incluidas muertes sangrientas en pantalla (salpicaduras que tiñen hasta la cámara), están perfectamente integrados al relato, tanto que por momentos uno olvida que se trata de una producción de Marvel Studios. Lejos de la grandilocuencia del multiverso y las gestas heroicas, Hombre Lobo por la noche representa una bocanada de aire fresco para el género, hallando soluciones narrativas e innovando estéticamente gracias a un pasado donde todo era menos ambicioso, más humano y terroríficamente encantador.


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