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Amigos de las vacaciones

Título original: Vacation friends
Origen: EE.UU. 
Dirección: Clay Tarver
Guión: Clay Tarver, Tom Mullen, Tim Mullen, Jonathan Goldstein, John Francis Daley
Intérpretes: Lil Rel Howery, Yvonne Orji, John Cena, Meredith Hagner, Robert Wisdom, Lynn Whitfield, Andrew Bachelor, Tawny Newsome, Barry Rothbart, Kamal Angelo Bolden, Denise Burse, Chuck Cooper, Anna Maria Horsford, Hugh Moore, Cristian Gonzalez, Carlos Santos, Sonny Charles, Luis Antonio
Fotografía: Tim Suhrstedt
Montaje: Evan Henke
Música: Rolfe Kent
Duración: 103 minutos
Año: 2021


5 puntos


UN VIAJE INCOMPLETO

Por Rodrigo Seijas

(@rodma28)

A veces, la vida (o los algoritmos de los servicios de streaming) te canta la posta en apenas un segundo: al finalizar Amigos de las vacaciones, la plataforma Star+ me ofreció ver a continuación Mike y Dave. Los busca novias, aquella subvalorada comedia con Zac Efron y Adam Devine. Esa era una película que agarraba su premisa y la llevaba a fondo, incluso retorciéndola y explotándole nuevas posibilidades, con una utilización de la escatología y el humor grosero que no le temía al ridículo y que en algunos pasajes alcanzaba grandes niveles. Es decir, todo eso que el film que acababa de ver promete ser, aunque finalmente nunca concrete lo propuesto.

Y eso que Amigos de las vacaciones tiene unos cuantos talentos más que relevantes, tanto delante como detrás de cámara: no solo Lil Rel Howery y John Cena (que ya mostraron sus capacidades en películas como Free guy y No me las toquen), sino también de los co-guionistas Jonathan Goldstein y John Francis Daley, realizadores de la efectiva Noche de juegos y escritores de la más que interesante Spider-Man: de regreso a casa. Además, la premisa tenía su atractivo, a partir de una estructura que se parte en dos: en primera instancia, siguiendo las vacaciones en México de Marcus y Emily (Howery e Yvonne Orji), quienes conocen allí a Ron y Kyla (Cena y Meredith Hagner), otra pareja que es lo opuesto a ellos. Si los dos primeros son bastante estructurados, los otros son un tiro al aire, gente que toma decisiones intempestivas sin pensar un segundo en los riesgos. En esa semana que pasan juntos se entabla una amistad bastante particular, que implica un poco de aire fresco para Marcus y Emily, que sin embargo suponen que el vínculo se termina ahí. Sin embargo, ya de vuelta en casa, Ron y Kyla se aparecen de improviso en la fiesta de casamiento de Marcus y Emily, haciendo que todo se ponga patas para arriba.

La primera parte de Amigos de las vacaciones, en ese viaje que se torna un tanto anárquico, es la más lograda, ya que la narración se deja llevar por las acciones de Ron y Kyla, con algunas ideas potentes, como la de un accidente en barco y una práctica de tiro al blanco. Aún así, el relato luce contenido y hasta previsible, más preocupado por desplegar lecciones de vida que por sorprender desde el humor. Cuando el argumento da ese salto espacio-temporal hasta los días de la boda, los defectos se acentúan y el film incluso exhibe rasgos de pereza para trabajar los conflictos y los dilemas que afrontan los personajes. De hecho, la puesta en escena del debutante Clay Tarver (no solo director, sino también co-guionista) no muestra mucho vuelo, más allá de una muy buena escena donde el destino de los anillos de casados le permite jugar con el montaje y el suspenso. Eso lleva a que la película se apresure por buscar resoluciones demasiado facilistas y antojadizas, aún a pesar de que se pueda avalar un obvio conservadurismo al momento de analizar las relaciones de amistad y de pareja.

A Amigos de las vacaciones le falta inventiva y atrevimiento no solo para abordar sus conflictos a fondo, sino también para explotar las diversas vías de comedia que prometía la trama. Ya se ha anunciado una secuela y esa quizás sea una posibilidad para lograr lo que aquí queda pendiente, en un relato que va demasiado a lo seguro y que ni siquiera termina siendo realmente efectivo.

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