No estás en la home
Funcinema

El INCAA y la animación: oportunidades y dudas

Por Rodrigo Seijas

(@rodma28)

Este último lunes, el INCAA anunció la creación del Área de Animación y Nuevas Tecnologías, que estará a cargo de Silvina Cornillón. Al mismo tiempo, comunicó que ya se está planificando la fundación de tres sedes regionales de la ENERC en Rosario, Mar del Plata y Comodoro Rivadavia, que estarán destinadas exclusivamente a la animación. Son dos muy buenas noticias, por varios motivos: no solo porque es el primer indicador potente de planificación a largo plazo de una gestión que hasta el momento había sido puro presente perpetuo; sino porque representa un espaldarazo importante para un sector audiovisual que suele estar bastante relegado. Por el lado del organismo, Cornillón tiene antecedentes sólidos vinculados con la temática, aunque no queda claro cuál va a ser el lugar específico que ocupará el área dentro del organigrama del INCAA. ¿Responderá directamente al Presidente del Instituto o al Vicepresidente? ¿Tendrá un rango similar a las Gerencias o dependerá de una de ellas? ¿O terminará contando con una jerarquía parecida a los programas como Cine Inclusión? ¿Cómo se le asignará presupuesto? ¿Con qué personal contará? Son preguntas todavía sin respuesta, y a las que hay que contestar rápido, para que no haya percepciones o expectativas equivocadas. En lo que respecta a las futuras sedes de la ENERC, la elección de las ciudades suena a priori lógica por sus ubicaciones y importancias, aunque se pueda cuestionar que el norte del país queda algo relegado en detrimento de la zona central. Pero también hay un par de datos -o más bien, la ausencia de ellos- llamativos y que deberían ser aclarados. Por un lado, se mencionan conversaciones con autoridades para concretar los proyectos de Mar del Plata y Comodoro Rivadavia, pero nada en lo referido a Rosario. ¿Se está coordinando con algún funcionario rosarino o todo corre por cuenta del INCAA y la ENERC? Por otro lado, en el caso de Mar del Plata se hace referencia a un acuerdo marco con el Ministerio de Producción de la Provincia de Buenos Aires y la duda que surge es doble. ¿Por qué no se coordina con funcionarios de áreas culturales? ¿Y por qué no hay participación directa de la Municipalidad de General Pueyrredón? Los interrogantes planteados están relacionados con el enfoque buscado -no es lo mismo pensar y operar con una mentalidad económica que una cultural, y no estaría mal hacer congeniar ambas, además de otras perspectivas- y también con la territorialidad, porque proyectos como estos necesitan de la intervención municipal, ya que aporta la mirada y el accionar más cercanos al territorio. Es la que, por ejemplo, va a garantizar -o no- el transporte público para los estudiantes que viven a distancias considerables del lugar de cursada. Ojo, quizás hubo planteos de trabajo en conjunto por parte de las autoridades nacionales y falta de respuesta por parte de las respectivas municipalidades: vale recordar que, en el caso de Mar del Plata, hay un déficit de políticas públicas dirigidas al sector audiovisual que a esta altura es crónico. En todo caso, es necesario aclarar para no alentar la percepción de que la ausencia de ciertos actores políticos fundamentales pueda deberse a rencillas partidarias. Y, además, trabajar para que se produzca una verdadera sinergia entre los distintos estamentos del Estado. Si los gestos y decisiones no van en ese sentido, difícil que las intenciones se traduzcan en resultados.

Comentarios

comentarios

Comments are closed.