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24 líneas por segundo: Los héroes de acción de hoy en día

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

No sé si fue la pandemia, pero el mundo se ha vuelto un lugar raro, raro, raro. Tal vez lo era de antes. O loco, loco, loco, para ser más estrictamente cinéfilos. Veamos lo que pasa en Argentina. De pronto los progresistas se han vuelto conservadores y te dicen que te quedes en casita, encerrado, que no respires, que no toques, que no desees, porque seguramente te morís. O tal vez lo eran de antes. Y los que piden libertades son los fachos conservadores de otrora, que vaya a saber uno qué libertades son las que piden, pero se mueven, marchan, hacen ruido. O tal vez… no, no, no, estos siempre fueron fachos y lo siguen siendo. El mundo está tan raro, raro, raro, que anoche vi una película con Bob Odenkirk tirando patadas, pegando piñas y tiros, rompiendo huesos. Se llama Nobody y está muy buena, ya escribiremos sobre ella. Pero a lo que vamos: que nadie hubiera imaginado a nuestro querido Jimmy McGill, o Saul Goodman, clavándole una pava en la cabeza a un urso ruso. A lo sumo mandaba a matar, pero él nunca. Y sin embargo todo es creíble, hermoso, divertido. Bob, como tantos, aprovechó la puerta que abrió Liam Neeson hace bastante tiempo. O tal vez ya la había abierto Charles Bronson hace más tiempo. Lo que sea, que hoy para ser héroe de acción clásico hay que tener más de 55 años: Tom Cruise, Keanu Reeves, Liam Nesson, ahora Bob. Ni qué hablar de un Bruce Willis o un Mel Gibson… ¿Arnold? ¿Sylvester? Pffff…. ancianos. El más joven es Jason Statham, que en julio cumplirá 54. Posiblemente esto sea así porque el público cautivo de ese cine de acción furioso es bastante adulto. Los actores jóvenes están más preocupados en cuidar a las ballenas, los pandas, el calentamiento global y en representar historias que encajen en la agenda temática de la semana. No vaya a ser cosa que alguien en Twitter les arranque una campaña en contra y los cancelen. Lo bueno de este cine de acción de viejos rudos es que ha pasado de tomarse en serio, como las películas horribles de la saga Búsqueda implacable, al disparate y la hipérbole de las enormes John Wick. La diversión, en el cine de acción, peina canas… y te corta el cuello con un grisín.

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