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Funcinema

Manifiesto

Título original: Idem
Origen: Argentina
Dirección: Alejandro Rath
Guión: Alejandro Rath
Intérpretes: Pompeyo Audivert, Iván Moschner, César González, Gabriela Cabezón, Cámara, María Negro, Adriana de los Santos
Fotografía: Baltasar Torcasso
Montaje: Ana Remón, José Goyeneche
Dirección de arte: Angeles García Frinchaboy
Duración: 61 minutos
Año: 2019


6 puntos


FANTASMAS DE UNA REUNIÓN

Por Cristian Ariel Mangini

(@cristian_mangi)

A priori lo que aborda esta película es un tema cuya sola mención es de una solemnidad casi insondable: el encuentro de León Trotsky y André Bretón para dar el puntapié a la creación del “Manifiesto por un arte revolucionario independiente” parece una pesadilla inadaptable llena de soliloquios. Lo que amenaza ser un teatro de cumbres elevadas e intelectuales resulta otra cosa, ya que Manifiesto de Alejandro Rath (¿Quién mató a Mariano Ferreyra?, Alicia) toma otro camino que se asemeja más a un juego bretoniano. Hay en Manifiesto momentos de una arrasadora libertad creativa que asemeja a un caótico “cadáver exquisito”, pero el disparador es el mismo, el encuentro de Bretón y Trotsky.

A pesar de encontrarse anclada a un suceso histórico, Manifiesto es un documental que se aproxima al desafío y los problemas de representarlo. Pertenece a la problemática categoría de docuficción, pero su costado lúdico asemeja más a una suma de segmentos interrelacionados por un concepto que es, en efecto, el encuentro de ambas figuras. Trotsky es representado por Pompeyo Audivert y Bretón por Iván Moschner, que es convocado para representar a quien también fue convocado para escribir el manifiesto. Este espejo entre documental y ficción sobre lo representado se enriquece en aquellos pequeños momentos donde la importancia del suceso queda despojado de su carga: un encuentro entre dos camaradas (más allá de la denominación político partidaria) y su intimidad mientras emprenden una tarea titánica. Allí se fortalece este relato, que bordea la comedia de forma involuntaria por los intercambio de roles y la metáfora para abordar el complejo vínculo ideológico.

En varios momentos nuestro interlocutor válido, Moschner encarnando a Bretón, manifiesta su confusión respecto al rodaje del film y la dirección. No es para menos, ya que parece apelar a la misma confusión que tiene el espectador al afrontar algunos segmentos del film. Un momento memorable se encuentra con una perra comunicando el manifiesto en francés a otros perros, al ritmo del memorable tema principal de The Legend of Zelda y en otro vemos a Audivert con una marioneta emulando a Trotsky, en lugar de interpretarlo como actor. Hay varias ideas dispersas y mucha frescura en la puesta en escena aunque el resultado final sea un tanto endeble.

Manifiesto es confusa y por momentos parece una enorme broma sobre la imposibilidad de representar un acontecimiento histórico en el cine, pero hay lucidez entre segmentos que quedan demasiado aislados y otros de una notable ingeniosidad. Esto da un resultado irregular pero sin embargo interesante.

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