Título original: Wild Mountain Thyme
Origen: Irlanda / Inglaterra
Dirección: John Patrick Shanley
Guión: John Patrick Shanley basado en su propia obra de teatro
Intérpretes: Emily Blunt, Jamie Dornan, Jon Hamm, Christopher Walken, Dearbhla Molloy, Lydia McGuinness, Danielle Ryan, Abigail Coburn, Jon Tenney, Darragh O’Kane
Fotografía: Stephen Goldblatt
Montaje: Ian Blume
Música: Amelia Warner
Duración: 102 minutos
Año: 2020
Plataforma: Cining
2 puntos
LINDOS PAISAJES Y NADA MÁS
Por Nicolás Pratto
Hace bastante que no veía una película romántica, al menos una nueva, generalmente me quedo enganchado con las que retransmiten una y otra vez por tv: Ghost, Como si fuera la primera vez y La boda de mi mejor amigo. Hay algo en el género que me resulta apacible, esa sensación de que, pese a todo lo que puede ocurrir, está el final de “vivieron felices por siempre”. Para luego volver a la realidad y estar como un ñato, pensando y haciéndome la película con la chica del colectivo, que ni registra mi existencia. La película que nos convoca hoy, Amor en las montañas, tiene esos tintes, un buen cast, pero una ejecución realmente lamentable.
En un campo de Irlanda, un patriarca (Christopher Walken) ya en sus últimos días, está preocupado por su hijo mayor (Jamie Dornan), ya que este no está casado y menos, con hijos, sin nadie que continúe su legado en la tierra. Por su parte, en el campo de al lado, vive una mujer (Emily Blunt), interesada en el hijo, con años de amistad desde la infancia, pero nada concreto en sí. En fin, la gran “nos gustamos, hay miradas, pero vivimos sin decirlo”. Por su parte, aparece un sobrino del patriarca (Jon Hamm), dispuesto a hacerse cargo del campo, pero sin ningún conocimiento, haciendo el papel del norteamericano que cree saberlo todo.
Quiero aclarar que antes de verla sabía de sus críticas negativas, aun así, me dispuse a darle una oportunidad y callar las voces que anticiparon lo que es la película. Fuera del hermoso paisaje campestre de Irlanda, su banda de sonido, Amor en las montañas no consigue un rumbo decidido. Desde el drama entre la relación padre e hijo, la comedia simplona entre los enamoradizos, y un desarrollo absurdo entre ambos. En cuanto a las actuaciones, Walken y Blunt resaltan, Jon Hamm hace de Jon Hamm; respecto al protagonista, Jamie Dornan, no sé si actúa o su personaje es discapacitado. Me remito a Una guerra de película: “never go full retard”.
Dirigida por John Patrick Shanley y basada en la obra que también escribió, deja mucho que desear con el cartel que tiene. Con actores que se esfuerzan más en hacer el acento irlandés que en actuar. Esta producción made in Reino Unido me hace pensar por qué se fueron de la Unión Europea.