Título original: Idem
Origen: Argentina
Dirección: Delfina Castagnino
Guión: Delfina Castagnino, Martín Feldman, Agustina Liendo, Martín Mauregui
Intérpretes: Cecilia Rainero, Antonio Grimau, Andrea Garrote, Diego Cremonesi
Fotografía: Iván Gierasinchuk
Montaje: Delfina Castagnino, Andrés P. Estrada
Música: Ignacio Gabriel, Alejandro Kauderer
Duración: 103 minutos
Año: 2019
7 puntos
DESCENSO A LOS INFIERNOS DE LA MENTE
Por Gabriel Piquet
Si tuviera que hacer una sinopsis corta de Angélica, la segunda película de Delfina Castagnino, o un tagline, sería algo así como: “el descenso a los infiernos de la mente de una mujer”. Pero esta película es compleja y arriesgada, más allá de algún subrayado que pueda quedar obvio, por ejemplo esa casa que comienza a ser demolida.
Angélica, la protagonista (una actuación con muchos matices de Cecilia Rainero), nos va llevando de a poco a ese estado que parece primero de depresión a raíz de una ruptura reciente y la cercanía de su cumpleaños 40, para luego entrar en el terreno de la locura. La casa como lugar de trinchera, ese deterioro y la fuga que significa el personaje de Antonio Grimau (que interpreta a un actor de telenovelas), cruzan las fronteras genéricas.
De a ratos parece un thriller que podría compartir universo con El habitante incierto, en otros momentos es una película de introspección (cuando la protagonista mira una serie de diapositivas) y tiene pequeños momentos de comedia (la fiesta de la hija del personaje de Grimau, el juego de naipes con las tres mujeres mayores). El espectador no está nunca cómodo y no puede descansar en los momentos divertidos, porque inmediatamente nos lleva a situaciones de enrarecimiento y tensión. La última escena es otro acierto. Cuando se piensa en un final anunciado, los guionistas y la directora van más allá y no le tienen miedo a lo seco, remitiendo a un estilo de películas de otra época.
NdR: Esta crítica es una modificación de la ya publicada durante el Festival de Mar del Plata.