Por Patricio Beltrami
Durante las últimas semanas, la escasez de novedades sobre las películas de superhéroes provocó que cualquier mínima declaración o publicación ocupe un lugar destacado en los portales especializado. En ese sentido, una serie de respuestas que James Gunn dio en Twitter llegó insólitamente a las portadas de todo el mundo. En esa oportunidad, solamente aclaró que por el momento se mantienen la fecha de lanzamiento de Escuadrón suicida y los planes para la producción de Guardianes de la galaxia Volumen 3. Curiosamente, una de las mejores decisiones que tomó Warner en los últimos años fue la contratación del realizador poco después de haber sido despedido por Disney. Posteriormente, Marvel ratificó que Gunn dirigiría la tercera entrega de Guardianes de la galaxia, sin que esto interfiriera con su labor en DC.
A priori, el director parece ser la elección indicada para renovar al Escuadrón Suicida. Después del inesperado éxito artístico y comercial que logró Guardianes de la galaxia en 2014, Warner decidió responderle a la competencia con un film sobre su propio grupo de marginales. Sin embargo, los cambios de guion terminaron perjudicando a esta producción, que se convirtió en lo peor de la corta historia del Universo DC. Frente a este desastre, parecía que el fin de la saga estaba decretado, pero la contratación de Gunn en reemplazo de David Ayer fue decisiva para que Warner le diera una segunda oportunidad.
En ese sentido, las dos buenas experiencias que el realizador posee en la adaptación de héroes poco convencionales posiblemente hayan incidido en esta determinación. En 2010, Gunn estrenó Super, la historia de un cocinero abandonado por su esposa que adopta una identidad secreta para combatir a los criminales y vendedores de drogas del pueblo, y termina sumido junto a su compañera en un espiral de violencia y muerte. Cuatro años más tarde llegó a las salas Guardianes de la galaxia, que ya lleva dos películas propias y presencia en las últimas dos partes de la saga Avengers. Esta formación de vándalos, delincuentes, asesinos y delincuentes cósmicos, desconocidos para la gran parte del público, inesperadamente se convirtió en una de las franquicias más aclamadas del Universo Marvel.
Por su parte, Escuadrón suicida no logró que sus integrantes se constituyeran como un equipo. Con excesivo protagonismo de Harley Quinn (Margot Robbie) y Deadshot (Will Smith), el film consistió de un rejunte de antihéroes que no tuvieran un desarrollo apropiado e, incluso, varios de ellos resultaron intrascendentes o innecesarios. Frente a estas falencias, es comprensible que DC y Warner hayan aprovechado su oportunidad para que Gunn se encargara de refundar este proyecto. Para ello, gozó de amplia libertad para escribir el guion, al punto que trascendió que podría asemejarse más a un reinicio que a una secuela. También, obtuvo el visto bueno para renovar a casi todo los personajes. Incluso, captó a varios actores que han formado parte de la plantilla estable de Marvel, como Idris Elba, Michael Rooker, Taika Waititi, Sean Gunn y David Dastmalchian.
La paralización de la industria cinematográfica impidió la continuidad de la producción, ya que las grabaciones habían comenzado meses atrás. Igualmente, el realizador aseguró que por el momento no hay motivos para modificar la fecha de estreno, programado para el 5 de agosto de 2021. Si bien la vara había quedado extremadamente baja, Gunn y DC saben que se juegan la última carta para que evitar una poco decorosa muerte de la franquicia. Y teniendo en cuenta la sentencia anticipada que meses atrás sufrió Aves de presa, es muy probable a los ejecutivos de Warner no les tiemble el pulso para condenar definitivamente a este proyecto.