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Hagazussa

Título original: Idem
Origen: Alemania / Austria
Dirección: Lukas Feigelfeld
Guión: Lukas Feigelfeld
Intérpretes: Aleksandra Cwen, Celina Peter, Claudia Martini, Tanja Petrovsky, Haymon Maria Buttinger
Fotografía: Mariel Baqueiro
Montaje: Jörg Volkmar
Música: Mmmd
Duración: 102 minutos
Año: 2017


7 puntos


LA BELLA HERMANA MENOR

Por Rosana López

(@rousisattack)

Hagazussa es de esas pequeñas grandes obras de autor, tanto dentro como por fuera del género terror, que a la vez marca el posible futuro cinematográfico del director austríaco Lukas Feigelfeld. Estamos ante un trabajo de postgrado convertido en un producto brillante y con clase que fue financiado colectivamente tanto en Alemania como en su país de origen. Muchos se refieren a este film como la hermana menor o copia europea de la imponente La bruja de Robert Eggers. Y es que la narrativa, lenta pero maravillosa, la temática y el estilo son similares aunque aquí lo que importa es la metamorfosis de una niña y el perfil psicológico tanto suyo como de las personas que la rodean.

Filmada en los Alpes de Austria y contextualizada en el Siglo XV, la película básicamente se desdobla por una parte en la breve infancia de nuestra protagonista llamada Auburn y su madre que contrae un virus mortal. Para lo cual se encuentra limitada en ayudarla por su escasa edad, una tormenta de nieve que no le permite salir de su cabaña alejada y la indiferencia de los aldeanos que las aborrecen y tratan de hechiceras diabólicas. En una segunda parte, vemos cómo la pequeña ya adulta -veinte años después- continúa viviendo de manera solitaria en el mismo hogar con su bebé. Es una renovación de ciclo que sin embargo parece copiar el mismo pasado. Claro que todo cambia cuando una vecina parece estar interesada en la vida desgraciada de Auburn y “brindarle” su apoyo solidario.

La atmósfera oscura y el clima siniestro parecen ser la carta de presentación de Feigelfeld, que gusta de jugar con el espectador a la máxima puesta en tensión. Dando lugar al desarrollo implícito, a la paranoia que algo macabro pueda suceder, algo maldito para después engañarnos que la historia no va por allí. Feigelfeld es un artista en crear ambientes inquietantes en contraposición a la belleza fotográfica natural de aquel pintoresco sitio con una paleta de colores tierra y verdes explosivos. Casi que despierta el sentido del olfato al transportarnos hacia ese ecosistema. En fin, este director busca ponen los nervios de punta como también se sostener un film con escasos diálogos.

Hagazussa tiene como eje central la femineidad, la exploración sexual y la dualidad entre lo terrenal/sobrenatural. Otras temáticas como la soledad, los delirios, la intolerancia acusadora del “civilizado” y sus Instituciones frente a la figura mujer/madre. Con estos condimentos podemos aclarar que la presencia escénica del film tal vez sea más realista y menos comercial u onírica que La bruja, que apuntaba al descenso infernal y caótico creciente. Por el contrario, el drama en Hagazussa es el martirio que comienza minutos ni bien empezada la historia.

Es importante aclarar que esta pequeña joyita exhibida en Sitges no es recomendada para todo el público, especialmente el desinteresado del terror o exigente en causa/efecto inmediato. Tal vez por eso mismo es que haya pasado un tanto desapercibida. Algo que sucede a menudo con prolijos y excelentes films independientes que circulan por festivales cerrados de las principales distribuidoras y de género.

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