Por Rodrigo Seijas
ATENCIÓN: SPOILERS
Debut en la dirección de Michael Cudlitz (quien supo interpretar a Abraham Ford, una de las más emblemáticas víctimas de Negan), Stradivarius es un episodio que se las arregla para ser entretenido a partir de algunos dilemas y conflictos que va planteando con relativa fluidez. Hay varias líneas narrativas que van confluyendo y es indudable que The walking dead busca presentar a los próximos antagonistas, pero eso no le impide armar un ensamblaje narrativo relativamente sólido.
Lo mejor estuvo por el lado del camino recorrido por Michonne junto al nuevo grupo de supervivientes, no tanto por las reflexiones que van surgiendo en el camino, sino más bien por el balance entre lo humorístico –el “asesinato” del Stradivarius que Luke quería cuidar con esmero y hasta casi obsesión- y lo trágico –la reaparición de un antiguo amigo convertido en zombie-, en combinación con lo enigmático respecto a la reticencia de Michonne a hacer el viaje entero hasta Hilltop, a pesar de la insistencia de Siddiq. Hay una enemistad entre ella y Maggie, pero todavía no están claros los motivos, aunque ya queda claro que Hilltop y Alexandria han pasado a funcionar como dos entidades separadas.
Esa ausencia todavía no explicada en su totalidad de Maggie (y su bebé) es la que ha llevado a que Jesús sea el nuevo líder de Hilltop, por más que él no se siente precisamente cómodo en su rol. Sus idas y vueltas con Tara respecto al papel que debe asumir son lo más previsible y tedioso del capítulo, aunque los personajes posean la frescura suficiente para llevarlo adelante.
Y si Michonne tiene a Siddiq pidiéndole algo que no quiere; y Jesús a Tara; es Daryl el que debe enfrentarse a los pedidos de Carol para que deje su aislamiento (que lo hace retroceder a sus conductas de las primeras temporadas de la serie) y se convierta en una especie de mentor para su hijo adoptivo Henry. Dary es Daryl, Carol es Carol, y la química que hay entre ambos personajes es la que permite que nos parezcan lógicas algunas actitudes y acciones que en otras instancias podríamos juzgar como inverosímiles.
Pero es Rosita el eje de unión entre todos los personajes y subtramas, a pesar de aparecer apenas unos minutos en todo el capítulo. Eugene no se sabe dónde está, tampoco está claro qué le pasó a ella y qué tuvo que enfrentar, aunque todo empieza a señalar en dirección a hordas de zombies inteligentes y pensantes, con consciencia de sus acciones. Stradivarius termina con Jesús y Daryl saliendo al rescate (con rastreo previo) de Eugene, mientras Michonne acepta que no le quedará otra que volver a visitar Hilltop. Todos se aprestan a asumir responsabilidades que venían eludiendo, y el cierre de la primera parte de la temporada se apresta a introducir nuevos y escurridizos antagonistas.