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Funcinema

Adam Sandler: 100% fresh

Título original: Idem
Origen: EE.UU.
Dirección: Steven Brill
Guión: Adam Sandler
Participan: Adam Sandler, Rob Schneider, Dan Bulla
Fotografía: Andrew Wehde
Montaje: Tom Costain, Brian M. Robinson
Dirección de arte: John Moyik Jr.
Duración: 73 minutos
Año: 2018


8 puntos


LA FÁBRICA DE CHISTES

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

Adam Sandler: 100% fresh promete el título de este especial de Netflix, que es en verdad un 100% Sandler en lo que podría ser para los detractores del gran comediante (que hay gente para todo) una verdadera pesadilla: algo más de 70 minutos de Adam Sandler en primer plano y sobre el escenario, acompañado apenas por Dan Bulla en el teclado, y recorriendo desde estadios gigantes hasta pequeños clubes de comedia. Sandler, el tipo que lo reinventó todo allá por los 90’s, que puso a la comedia de nuevo en el trono y abrió las puertas para una de las mejores camadas de autores del género que ha tenido el cine norteamericano, pero que también agotó su fórmula, que cayó en picada, que parece haberle encontrado la vuelta a la vejez con sus últimas películas y que aprovecha esta gira para retomar el contacto con el público y resurgir como un Ave Fenix jodón y molesto.

Adam Sandler: 100% fresh está dirigido por un amigo de la casa, Steven Brill, y cuenta con un montaje prodigioso en el que la maquinaria humorística de Sandler no se detiene ni por un instante, alternando entre los diferentes teatros en los que el comediante se presentó, incluso dentro de un mismo gag: el chiste pudo haber comenzado a desarrollarse en Phoenix y el remate llega en Nueva York. Esa pequeña idea formal permite ver la universalidad del humor de Sandler y su efectividad, además de la devoción de un público fiel que necesitaba el aire fresco del contacto cara a cara como anticuerpo contra sus películas más fallidas (algunas, incluso, producidas por Netflix). Hay otras ideas, como cierto ataque urbano de un Sandler encubierto haciendo humor en las calles, que no termina de cerrar básicamente porque le falta continuidad como para no sonar algo antojadizo. Sin embargo, este especial luce tan arrollador y actual como aquellas Billy Madison o Happy Gilmore, las que originaron la leyenda.

El especial de Netflix es, decíamos, básicamente Sandler contando pequeñas anécdotas y cantando canciones. Incluso, a veces, esas anécdotas se convierten en canciones. Canciones cortas, potentes, que tienen como objetivo la construcción de una imagen absurda y delirante. Aquello que hizo sobresalir a sus películas, pero en versión oral y alborotada: no cuesta mucho, porque el humor de Sandler es proverbialmente visual, imaginar esas situaciones y ponerlas en formato cine (la trilogía de canciones que culmina con el tipo que no sabe hacer la Maniobra de Heimlich es particularmente inspirada y notable). Adam Sandler: 100% fresh está pensado con andar maquinal y es precisamente eso, una fábrica de humor perfecta y sutil (la sutileza en Sandler está más en la naturaleza de la construcción del gag que en los materiales que trabaja) que nos devuelve la ilusión de que todavía no vimos al mejor Sandler, que aquí se divierte como un chico. Y que no esquiva la emoción cuando recuerda a Chris Farley, su viejo compinche del SNL. En eso, en saberse parte de un legado y de un género que se continúa en el tiempo, Sandler también muestra su sabiduría. Porque como se sabe, la comedia es cosa seria.

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