Título original: Ídem
Origen: Argentina
Dirección: Matías Szulanski
Guión: Damián Leibovich
Intérpretes: Nai Awada, Alberto Suárez, Flor Benítez, Andrés Ciavaglia. Claudia Schijman, Gastón Cocchiarale, Jenni Merla, Inés Urdinez
Fotografía: Sebastián Ferrari
Montaje: Matías Szulanski, Esteban Perroud
Música: Carlos Páez
Duración: 95 minutos
Año: 2018
6 puntos
EN BUSCA DE FORMAS PARA REPRESENTAR
Por Juan Cruz Bergondi
Al llegar a su departamento, una joven llamada Carla Ponti (Naira Awada), acosada por su ex pareja (Andrés Ciavaglia), encuentra en el baño su mascota muerta. Acto seguido, intentan ahogarla metiéndole la cabeza en el inodoro. Lo que sigue es, en más de un sentido, una inversión de la lógica: estampas de la pasividad. El policía que recibe su denuncia (Alberto Suárez) pretende, por todos los medios, descansar y que no lo molesten. La amiga que acude a hacerle compañía (Florencia Benítez), más que preocuparse por la violencia que acecha, parece enterarse de muy pocas cosas.
Matías Szulanski dirige este guión de Damián Leibovich para su cuarto largometraje en menos de dos años, lo que augura —si ya no la tiene— una prolífica carrera. Si bien desde lo estético la película se enmarca en la categoría de las que revisitan ciertos géneros —hace mucho tiempo denostados— como la clase B, o el giallo italiano, le debe mucho más a la apatía con que el cine nacional se empeñó en escribir su historia reciente. Largas secuencias contemplativas, situaciones cotidianas que, por cotidianas, no llevan a ninguna parte, son la materia prima de En peligro.
En filmografías como la de Tarantino se aprecia la elaboración de diálogos elocuentes que toman caminos adyacentes y no hacen más que derivarse y volver más laxos los puntos de unión en la trama. En el caso de la película de Szulanski, los diálogos no están para poner en pausa ninguna tensión ni para estirar hasta límites insospechados las situaciones porque no hay tensión a la que ponerle paños fríos ni situaciones que contribuyan a construir una curva de ascenso dramático. En este sentido puede decirse que la película elige citar sin comprometerse a copiar un modelo y parodiar sin ser del todo crítica.
En un cóctel donde se puede encontrar desde violencia gratuita hasta perspectivas psicológicas que permiten explicar algún que otro giro de guión, Szulanski elige dar cuenta de todo sin definirse por nada en particular. Se entiende que el deseo de experimentar esté por encima del de entretener al público con fórmulas harto conocidas. Así y todo, se extraña, quizá, que la distancia no logre mantener a raya los clichés y que no haya una o dos cosas en las que se pueda creer para que los momentos que se supone provocan risa lo hagan de verdad. En peligro no está lejos de un ejercicio formal y se suma a la larga lista de películas apáticas que se realizan en el país.