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El paquete

Título original: The package
Origen: EE.UU. 
Dirección: Jake Szymanski
Guión: Kevin Burrows, Matt Mider 
Intérpretes: Daniel Doheny, Geraldine Viswanathan, Sadie Calvano, Luke Spencer Roberts, Eduardo Franco, Michael Eklund, Gary Jones, Alexander Calvert, Sugar Lyn Beard, Blake Anderson, Chance Hurstfield, Kevan Kase, Mary Holland, William Vaughan, Veena Sood, Javier Lacroix, Ken Lawson, Bronwen Smith, Christian Convery, Jade Falcon
Fotografía: Hillary Spera 
Montaje: Christian Hoffman
Música: Adam Schiff 
Duración: 94 minutos
Año: 2018


7 puntos


POR AMOR AL PENE

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

Teniendo en cuenta lo que ha entregado en los mediometrajes 7 days in Hell y Pharmacy Road (donde el falso documental y el género deportivo se dan la mano) y en su primer largometraje, Mike y Dave: los busca novias, el interés primario de Jake Szymanski es hacer volar todo por los aires. Eso involucra géneros cinematográficos, estereotipos sobre la masculinidad y la feminidad, y especialmente todo lo vinculado a la noción de un humor “sutil” que procura dejar de lado lo escatológico o las referencias sexuales explícitas. El cine de Szymanski se toma muy poco en serio los discursos políticamente correctos, no tiene problemas en ser grosero al extremo y construye narraciones que funcionan más por acumulación caótica que por sucesión lineal. Eso lleva a que pueda ser fácilmente subestimado, cuando en verdad es mucho más inteligente de lo que parece, a partir de cómo consigue poner a dialogar el cuerpo con la palabra: la corporalidad maleable va siempre de la mano con una acelerada verbalidad, redoblando la apuesta permanentemente.

El nuevo film de Szymanski, El paquete –original de Netflix-, se aferra bastante a la estructura de road-movie, a partir de la historia de un grupo de amigos que se van de camping pero, después de un desafortunado accidente, debe emprender una carrera contra el tiempo para salvar la posesión más preciada de uno de ellos antes de que sea demasiado tarde. Hay también un relato de amistad y crecimiento, romances latentes, instancias que juegan con la aventura y el suspenso, pero en realidad, el verdadero foco de interés de la película es “el paquete”, que es obviamente un pene, que termina siendo no solo un personaje más, sino incluso el protagonista.

Al pobre pene, a lo largo del metraje, le pasa absolutamente de todo. Szymanski –junto a los guionistas Kevin Burrows y Matt Mider- parecieran haber pensado todas las variantes posibles para lo que podría suceder con un pene y no dejan ninguna de lado. Eso incluye una mostración al extremo: ni en una película porno debe haber tantos planos detalles de un pene, que en este caso llega a adquirir una personalidad propia. Esa concentración constante sobre el pene y su devenir lleva a un particular prodigio: terminamos sintiendo empatía con el pene, queremos que la travesía termine bien para él, que vuelva a estar en el lugar que le corresponde, nos preocupamos por su destino, nos duele lo que le pasa. Hasta queremos ponerle un nombre y todo, para no llamarlo simplemente “pene” o “paquete”.

Podría decirse que El paquete maltrata bastante al pene, y es cierto, pero también le otorga momentos de descanso, de alivio, incluso de dignidad. Y es ese cariño por el pene el que sirve como puente para que conectemos con el resto de los personajes, con ese grupo de pibes que hacen hasta lo imposible por devolver el paquete al lugar del que nunca debió haber salido. Desde la dedicación, la creatividad y la inventiva –la catarata de chistes sexuales y escatológicos es impresionante-, aún con sus desniveles, El paquete es una hilarante historia de amistad, crecimiento y amor adolescente. Y de amor por un pene que, como Ulises, solo quiere retornar a su hogar.

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