Título original: Ídem
Origen: Francia
Dirección: Coralie Fargeat
Guión: Coralie Fargeat
Intérpretes: Matilda Lutz, Kevin Janssens, Vincent Colombe, Guillaume Bouchède
Fotografía: Robrecht Heyvaert
Montaje: Jerome Eltabet, Coralie Fargeat, Bruno Safar
Música: Robin Coudert
Duración: 108 minutos
Año: 2017
7 puntos
CRUDEZA A FONDO
Por Henry Drae
Desde La última casa a la izquierda y pasando por Escupiré sobre tu tumba, sin descontar sus respectivas remakes y secuelas, las anécdotas de mujeres violadas, torturadas y presuntamente asesinadas y abandonadas a su suerte que vuelven para vengarse, cada tanto tienen la oportunidad de ser reversionadas. ¿Por qué Revenge es diferente? Por la apuesta al realismo del absurdo, de las situaciones tan improbables que provocan risa pero que no lo hacen por la ejecución cuidada al máximo.
Cuando Jen (Matilda Lutz) acepta la invitación de su amante Richard (Kevin Janssens) a pasar un fin de semana en su casa del desierto, no supondría que sus dos socios llegarían por sorpresa, abusarían de ella y luego, con la complicidad del dueño de casa, buscarían deshacerse del cuerpo. Dada por muerta y empalada en un árbol seco, Jen iniciará un camino cuya motivación va mucho más allá de la supervivencia aunque no de la venganza.
Sin dudas la directora Coralie Fargeat se anima a “jugar en serio” y hacer que todo luzca real e impresionante a pesar del inverosímil planteado en cada situación. Incluso los actores hacen lo suyo -sin descontar el muy buen trabajo con la directora al respecto- para que en ningún momento el espectador se sienta ajeno a su sufrimiento. El resultado es tan tensionante como cautivante: Revenge se constituye en un espectáculo violento y dramático, pero también sumamente imaginativo, donde las acciones pintan de cuerpo entero a los personajes.
Por todo eso es que Revenge, constituye toda una sorpresa, que sacude al espectador durante y más allá de su visionado. Aquí el terror vuelve a constituirse en una experiencia agobiante y creativa a la vez.