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No tiene nombre (improvisación teatral)


Muy Buena


SEIS ACTORES EN BUSCA DE UN PERSONAJE

Por Virginia Ceratto

(especial para @funcinemamdq)

La pro-puesta (literalmente) se anuncia con el nombre de lo que acontece: improvisación teatral. Y esa definición que adhiere a la identificación de fondo y forma advierte lo que podrá suceder. Y sucede: seis actores de uno de los equipos de Guillermo Yanícola se disponen (y se exponen) a la demanda del público.

En un juego de palabras con Pirandello… son seis actores en busca de un autor. Que es usted, el que está sentado en la platea.

Aquí no cabe la cuarta pared y el éxito de esa puesta de permanentes puestas dependerá en gran medida (la calidad de los actores no está en discusión) a la imaginación y agilidad verbal de los espectadores.

Desde ya, los que somos público o estudiosos sabemos que la improvisación no es cualquierismo y que precisa de un estudio que aborda varias técnicas puestas al servicio de un espectáculo, incluso “de autor”, y es reconfortante comprobar que esas competencias han sido probadas y aprobadas por este equipo que sortea, con soltura, una puesta sin fin fundamentada en la escucha de las demandas del espectador integrado desde que se abre la sala.

Y entonces, se revive la función como experiencia absolutamente participativa. La comunión teatral.

La distancia entre público y actores transita en un ida y vuelta enriquecedor que, sin embargo, pone a prueba la pericia de estos seis intérpretes que mutan sin fin.

En esta experiencia, como en la vida, juegan un rol importante la gestualidad, la pronta respuesta, la comunicación inmediata entre los actores, la complicidad. Básicamente, el juego. Y como en todo juego, el “como si” es la premisa que mantiene el vilo. Y como en todo juego, estos seis actores ponen el cuerpo, lo exponen, lo convierten en un instrumento que, acompañado o no por la voz, da sentido inmediato, como el IT de Clarice Lispector o el Aion de Deleuze, a la demanda del espectador.

Para animarse sin dudar.

Coda: es teatro a la gorra, es decir, y esto corre por mi cuenta, amarretes, abstenerse. En la medida de la posibilidad de cada uno, “la gorra” implica una devolución. Y más, si se ha jugado bien.


Dirección: Guillermo Yanícola . Intérpretes: Evangelina De Casas, Sol Fa, Lucila Iriarte, Cristina Strifezza, Miguel Del Río, Mariano Latorre. Sala: Centro Cultural A la vuelta de la esquina (Alberti 3723) – Jueves a las 23:00 .

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