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Planes de fuga todavía peores

Muy Buena


LAS RAZONES (Y SINRAZONES) PARA HACER TEATRO

Por Rodrigo Seijas

(@funcinemamdq)

Los artistas son una raza especial, o al menos quieren serlo. Y dentro del ambiente artístico están los actores, que parecieran pretender que son un grupo aparte dentro del campo que los abarca, como si solo aceptaran ser incluidos hasta ahí, de manera parcial, porque en verdad son aún más especiales, casi especiales al cuadrado. Si encima se dedican más al teatro que al cine o la televisión (esos artes inferiores), el asunto se potencia. Además, no hay que olvidar que no es lo mismo trabajar en el circuito independiente que el comercial: el primero es mucho más sacrificado e idealista, y por lo tanto, más especial. Entonces, ¿cuánto más especiales son los actores del teatro independiente que el resto de los mortales?

Lo que se lee en el primer párrafo lo digo como crítico, a una cómoda (muy cómoda) distancia. También con un alto componente de cinismo y algo de envidia, mientras no me hago cargo del todo de algunos deseos personales: hace unos años, hice un par de cursos de actuación, y esa voluntad por actuar todo (hasta mis sueños) se me hizo un tanto inevitable. Luego dejé el emprendimiento de lado, aunque estoy adentrándome en la profesión docente, que tiene mucho de actuar. En el medio, tengo la presencia constante de mi hermana, que es actriz, y actriz bien de teatro, y de teatro independiente: la distancia se hace difícil y la interpelación subsiste, obligándome a no quedarme en las conclusiones facilistas. Justo a mí, crítico que quiere las respuestas rápidas y convenientes.

Todo este hablar de los demás y de uno mismo es lo que puede despertar (entre otras cosas) una obra como Planes de fuga todavía peores, donde la directora y dramaturga Macarena Trigo vuelve a dejar en claro que lo suyo es la introspección, pero esa introspección que nunca cae en el ombliguismo y por lo tanto dialoga con el espectador. Con un planteo muy simple –tres tipos que explican (o intentan explicar) sus razones para dedicarse a la actuación-, el texto encuentra una dinámica vertiginosa, con los personajes hablando entre sí y al público, con el movimiento corporal como regla imperante.

En Planes de fuga todavía peores no hay timidez ni tampoco soberbia. Sí una voluntad inquebrantable por encontrar toda clase de respuestas para una pregunta que en verdad no puede ser contestada del todo, en una especie de análisis objetivo y general para cuestiones muy subjetivas y particulares. De esa contradicción permanente se alimenta la puesta en escena, explorando las poses, gestos y acciones corporales de la teatralidad y su conexión con lo cotidiano, simbolizado en la preparación de una rutinaria comida entre amigos.

A toda máquina, sin detenerse, combinando de manera precisa el movimiento con la palabra, y con un humor filoso pero alejado del cinismo, Planes de fuga todavía peores crea personajes que funcionan como vehículos para exponer superficies pero que en sí mismos no son superficiales. Todo lo contrario: dicen mucho sobre la actuación, el teatro y los dilemas que los atraviesan, pero también sobre ellos mismos y la imposibilidad de explicarse totalmente. En ese procedimiento, encuentran la humanidad justa y precisa: ¿hasta qué punto podemos explicar nuestras motivaciones, deseos y vocaciones? ¿Cuánto solo puede ser manifestado solo desde nuestros cuerpos y corazones? Como el amor, el teatro es un tanto inexplicable y escapa a lo racional, parece decirnos la obra. Pero lo hace con una sinceridad apabullante, acortando las distancias y obligando a preguntarse sobre uno mismo, lo que hace y quiere, aunque la respuesta no sea del todo satisfactoria, porque lo enigmático persiste en el propio ser.


Dramaturgia: Macarena Trigo Actúan: José Frezzini, Federico Justo, Matías Macri Diseño de espacio: Sol Soto Diseño gráfico: Dalmiro Zantleifer Ojeda Asistencia de dirección: Ariadna Mierez Producción: Espacio 33 Colaboración artística: Soledad Peralta Dirección: Macarena Trigo Duración: 45 minutos Sala: Espacio 33 (Treinta y tres Orientales 1119, CABA) – Sábados a las 22:30. Hasta el 30 de septiembre.

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