Por Rodrigo Seijas y Mex Faliero
-Lunes 7, a las 22:00 por TCM, Corazón salvaje. Ahora que David Lynch está de moda nuevamente, viene bien acercarse a este film de 1990, uno de los que decididamente ayudó a forjar su estilo estético y narrativo. Es un film de carreteras y fuga, siempre con ese acercamiento al policial que tanto le gusta al director, pero con esa apuesta por quebrar los límites de lo considerado normal y apostar por climas entre perversos y macabros. Nicolas Cage y Laura Dern interpertan a la pareja de fugitivos, entre los delirios experimentales y la sangre espesa del universo lynchiano.
-Martes 8, a las 22:00 por CINE.AR, Pistas para volver a casa. Jazmín Stuart debutó en la dirección con este relato sensible protagonizado por Erica Rivas y Juan Minujín como dos hermanos que salen a la búsqueda de su padre, quien a la vez había salido en búsqueda de su esposa (es decir, la madre de los protagonistas). El film se inscribe en la road movie, donde básicamente importa la conexión que terminen encontrando los hermanos, pero donde fundamentalmente se dan a la cita una serie de referencias y guiños que ponen en primer plano el muy interesante universo emocional de Stuart.
-Miércoles 9, a las 10:50 por Max Oeste, Elemental, Dr. Freud. Habitual director de comedias, uno de los más destacados en buena parte del cine norteamericano de los 70’s y 80’s, Herbert Ross estrenó en 1976 esta versión de los clásicos personajes de Sherlock Holmes y Watson con un giro particular: quien los ayuda a investigar, en el universo del subconsciente no es otro que Sigmund Freud. Además del espíritu delirante de la película, esta propuesta de Ross se inscribe también en el de la aventura ágil y rítmica. Una película un tanto olvidada, con grandes actuaciones de Nicol Williamson, Alan Arkin y Robert Duvall.
-Jueves 10, a las 15:00 por Sony, La pistola desnuda 33 1/3. Quizás este cierre a cargo de Peter Segal no esté a la altura de las anteriores entregas de la famosa saga cómica, pero esta tercera parte le saca varios cuerpos a casi todas las sátiras que se hicieron posteriormente. Acá los chistes son mucho más explícitos en sus referencias (Sueño de libertad, por ejemplo) pero aún así hay momentos sumamente efectivos, como ese largo clímax en una entrega de los Oscars que se convierte en un caos absoluto. Leslie Nielsen ya tenía totalmente incorporado al personaje de Frank Drebin y lo lleva a extremos insólitos, en un film desparejo pero digno de ser reivindicado.
-Viernes 11, a las 22:00, por Film & Arts, Maratón de la muerte. Luego de Perdidos en la noche, Dustin Hoffman y John Schlesinger se reunieron para este thriller con elementos políticos, que va escalando progresivamente en su tensión hasta lograr momentos verdaderamente incómodos, particularmente en ciertas secuencias de extrema violencia para los setenta. La clave pasa esencialmente por la introducción del siniestro personaje interpretado por Laurence Olivier (nominado al Oscar por el papel), claramente inspirado en la figura del Dr. Josef Mengele. La frase “Is it safe?” quedó grabada a fuego en la historia del cine.
-Sábado 12, a las 22:00 por Fox Classics, ¡Hundan al Bismarck! El británico Lewis Gilbert tuvo una carrera realmente extensa y ecléctica, dirigiendo dramas de consenso como Educando a Rita o Alfie, algunos de los films de James Bond protagonizados por Sean Connery y Roger Moore, y múltiples películas de acción y entretenimiento como esta producción bélica sobre las maniobras de la Marina Real Británica para atacar el acorazado más importante de la armada alemana durante la Segunda Guerra Mundial. Un film que en su momento contó con efectos especiales notables y que además se erigió como un relato de sostenida tensión y gran especulación histórica.
-Domingo 13, a las 21:00 por Fox Classics, Los cautivos. Otra de las grandes colaboraciones entre Bud Boetticher y Randolph Scott, esta vez trabajando a partir de un guión de Burt Kennedy, basado en una historia de Elmore Leonard, en lo que muchos consideran como el mejor western del realizador. Un film que dispone muy pocos elementos en su trama, a los que sin embargo explota al máximo, en un relato que apenas supera la hora y cuarto, manteniendo una tensión constante. Una demostración de las cimas que podía alcanzar las producciones de serie B de los cincuenta en Hollywood.