Título original: The Howling: Reborn
Origen: EE.UU. / Canadá
Dirección: Joe Nimziki
Guión: Joe Nimziki, basado en la novela de Gary Brandner(novel)
James Robert Johnston
Intérpretes: Landon Liboiron, Lindsey Shaw, Ivana Milicevic, Jesse Rath, Niels Schneider, Frank Schorpion, Kristian Hodko, Sean Mercado, Sacha Charles, Erin Agostino, Mark Camacho, Cecile Cristobal, Adrian Burhop
Fotografía: Benoit Beaulieu
Montaje: James Coblentz
Música: Christopher Carmichael, Mark Yaeger
Duración: 88 minutos
Año: 2011
2 puntos
EL PEOR REGRESO
Por Rodrigo Seijas
Casi desde su comienzo, la pregunta que sobrevuela en la mente de uno como espectador mientras ve Aullidos: el regreso es “¿este desastre fue intencional o no?”. Me explico: es tan paupérrimo lo que está en pantalla, que pareciera hecho mal a propósito. Sin embargo, por el tono que adopta el film, se puede intuir que no, que el guionista y director Joe Nimziki no buscó construir un objeto camp que se hiciera cargo de su propia truchada, sino que simplemente es muy incapaz.
Por eso esta especie de actualización/secuela del pequeño clásico de los ochenta dirigido por el gran Joe Dante aburre desde su mismo inicio, donde intenta combinar el terror con cierto relato adolescente, con la voz en off de su joven protagonista, Will Kidman (Landon Liboiron), contando cuán plana e insignificante es su existencia viviendo con su padre viudo -que no puede superar la pérdida de su esposa- y dentro de la escuela secundaria, donde es el típico debilucho que trata de pasar desapercibido. Todo cambia -porque el argumento lo decide torpemente- cuando se va dando cuenta que es un hombre lobo y que hay una familiar (adivinen quién) buscando incorporarlo a la manada.
Claro que nunca importa lo que le sucede a Will, porque los conflictos están tan remarcados, con la voz en off explicando todo lo que pasa, que en vez de generar empatía, ocurre todo lo contrario: poco importan las dudas que lo asaltan a partir del descubrimiento de su condición, el romance que se va generando con una compañera -que es la típica chica mala que resulta ser buena- o las fuerzas que lo persiguen. El terror e incluso la sangre están prácticamente ausentes (de hecho el film tiene una estética que roza lo pasteurizado), las vueltas de tuerca se ven venir a kilómetros de distancia y las actuaciones (incluso de la bella Ivana Milicevic, de la serie Banshee, que acá hace lo que puede con un papel imposible) son pésimas.
Aullidos: el regreso no funciona ni como reescritura ni como homenaje. Tampoco como film de horror o incluso como comedia dramática adolescente. Es una decepción absoluta, que no llega ni estar a la altura de las más básicas expectativas.