No estás en la home
Funcinema

MAR DEL PLATA 2016: Competencia Internacional – Día 7


El futuro perfecto, de Nele Wohlatz / 4 puntos


futuroCon evidentes referencias autobiográficas, la directora alemana cuenta desde la mirada del foráneo cómo se vinculan un grupo de orientales en la comunidad argentina. Xiaobin que hace de ella misma, es la desconocida que en 65 minutos intentará hablar español, conseguir trabajo y hasta enamorarse. Aún con algunas escenas bien logradas, el guión tiene grandes abismos y una premisa muy confusa. Lo más rescatable es la puesta en escena muy bien pensada para acentuar la sensación de incomprensión y desconcierto en el espectador; predominan los colores planos y las figuras orgánicas. Hay algo en la construcción narrativa de El futuro perfecto que remite a los cuentos de Elige tu propia aventura, en este caso podremos ver un muestrario de decisiones que la protagonista deberá tomar relacionadas a un destino amoroso impuesto por mandato familiar ante otro librado al azar. En esos viejos libros sabíamos que cada palabra estaba puesta por algo y la victoria o el fracaso serían siempre significativos, en cambio aquí encontramos a una divagante con tantos problemas que no nos moviliza ni siquiera para ayudarla. Con una temática similar, fuera de competencia y menos presupuesto pudimos ver en este festival Mi último fracaso que tiene lo que le faltó a la ópera prima de Wohlatz: corazón y un mejor desarrollo. Federico Bruno


Scarred hearts, de Radu Jude / 8 puntos


scarredInspirada de forma libre sobre la biografía del poeta judío-rumano Max Blecher en los años 30′, quien a joven edad fue diagnosticado con una grave tuberculosis de columna que lo llevaría a la muerte, Jude construye –frente a todo pronóstico – un film sin calvarios ni martirios con respecto a afrontar tamaña enfermedad a través del humor y del enamoramiento. Este consagrado director que llama la atención por su originalidad con respecto a sus coterráneos, intercala varios textos del famoso escritor de forma natural y amena. Pasajes sobre fondo negro que recuerdan a los cuadros de textos del cine mudo y que otorgan un estilo elegante. Además, Jude tiene un exquisito paladar para seducir con planos fijos de largas escenas durante la extensa estadía del paciente dentro del Sanatorio Carmen Sylva a orillas del Mar Negro. Lo logra también con un buen reparto actoral y una fotografía envidiable demostrando que es posible exhibir una biografía o novela prescindiendo de la solemnidad característica del género. Algo similar a la veta tragicómica del personaje de época en A quiet passion de Terence Davies y escapando al denso convencionalismo que Albert Serra plasma en La muerte de Louis XIV donde, como en Scarred hearts, es figurativa la relación médico/paciente. Rosana López

Comentarios

comentarios

Comments are closed.