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Paula Alvarez y Lucas Calabró: “el metal no es una moda, sino un estilo de vida”

Por Gabriel Piquet y Mex Faliero

(@fancinemamdq)

metalLa rica historia del heavy metal nacional es retratada en Sucio y desprolijo: el heavy metal en Argentina, documental de Paula Alvarez y Lucas Calabró que se estrena este jueves 28 en el Cine Gaumont. El film, que recorre los orígenes y el presente de este género en la escena rock del país, con la voz de los artistas emblemáticos pero también de los propios fanáticos, nació a partir del propio gusto de los directores por el metal. En diálogo con FANCINEMA, explicaron los motivos y además su intención por desmitificar algunas instancias sobre lo que ocurre en el mismísimo centro del universo metalero.

-¿Por qué hacer un documental sobre el heavy argentino? ¿Qué tiene ese género de particular que los sedujo para desarrollar la película?
El metal tiene miles de cosas que otros subgéneros del rock no tienen, por empezar, aún siendo el más vapuleado, marginado y excluido, paradójicamente fue el que más sobrevivió a lo largo de 30 ó 40 años, no sólo en este país sino en el mundo. Esto da cuentas que no es una moda sino un estilo de vida en donde entran valores como la amistad, la lucha, el no rendirse, la fidelidad, y también como estilo de vida están la familia, los amigos y las costumbres de juntarse a ir a ver una banda o escuchar un disco, de disfrutar de esta música que te ayuda a transitar los días o a salir de un bajón. Nosotros escuchamos metal desde la adolescencia y nos conocimos estudiando la Licenciatura en Comunicación Social, de hecho una de las cosas por la que nos hicimos amigos fue compartir este gusto en un curso en donde prácticamente nadie escuchaba metal. Nosotros ya veníamos de estudiar producción audiovisual y el proyecto del documental en un principio iba a ser nuestra tesis de grado para recibirnos, de hecho terminó siéndolo, pero vimos que había pocas películas sobre metal en Argentina, que la gente se interesaba y ahí fue que decidimos llevar el proyecto más allá de la facultad y convertirlo en un film para todos. A mitad de rodaje se contactó con nosotros Alexis Abarca Valenzuela de Aji Films que nos facilitó los trámites para conseguir un apoyo del INCAA y así le fuimos dando forma. Luego se sumaron al proyecto Marina Alvarez, que hizo todos los diseños y animaciones, y Diego Cirulo que finalmente lo editó. También hubo mucha gente más que colaboró a lo largo de toda la producción. Para nosotros fue una buena manera de poner en práctica todo lo que aprendimos en nuestra carrera y de alguna manera generar algo profesional para la movida.

-¿De qué manera se reconstruye la historia de un género musical determinado? ¿Cómo se sabe dónde parar, qué período abarcar?
La película principalmente relata la historia del movimiento heavy metal en Argentina a través de sus protagonistas, con esto nos referimos a que no son sólo los músicos y las bandas, sino también el público, el periodismo y todos aquellos que hicieron a la movida. Es un relato que avanza mostrando todas estas cuestiones en paralelo y en donde se van presentando varias adversidades a lo largo de 40 años: la dictadura, las persecuciones policiales, el prejuicio de la sociedad, la violencia con que en un momento se lo emparentaba al público heavy y cómo fue evolucionando el movimiento hasta lo que es hoy. También hay un eje puesto en cómo fue evolucionando el estilo musical, desde los precursores como Manal, El Reloj y Pappo con Riff, pasando por el comienzo de V8, Horcas y Hermética entre otras bandas, hasta la actualidad en que ya podemos hablar de un metal pesado argentino con Almafuerte, por ejemplo. Es una película en donde están muy presentes los valores y las adversidades del metal, tales como la lucha, la resistencia, la supervivencia y la evolución de un movimiento que se niega a ser aguado y seguir manteniendo la esencia del rock.

iorio-Uno de los ejes del documental es la figura de Ricardo Iorio. ¿Lo tenían pautado como entrevistado y eso les sirvió como disparador o comenzaron contando la historia del heavy metal y cambiaron en el proceso?
Entrevistar a Ricardo fue algo muy importante para nosotros como personas y para la película ni qué hablar, sabíamos desde el primer día que no podíamos concebir este film sin el testimonio de Ricardo. Por el desconocimiento que había de nosotros en la movida nos costó varios meses llegar hasta él, pero finalmente pudimos hacerle dos notas, la segunda fue para complementar algunos conceptos que habían quedado truncos en la primera intervención. Logramos también algo que nos habíamos planteado desde el punto de vista visual, que era entrevistarlo allá en el campo por donde vive él, a manera de mostrar esa realidad que es parte de su persona y su historia y por suerte con mucho esfuerzo lo pudimos lograr. De Ricardo no tenemos más que palabras de gratitud por confiar en nosotros y dar su palabra para este proyecto, teniendo en cuenta que éramos unos desconocidos para él, no es poco que nos haya brindado su confianza. Paula es de Pigüé (provincia de Buenos Aires), cerca de donde vive Ricardo, pactamos ambas notas para hacerlas en la casa de Paula. Quien conoce a Ricardo sabe de su puntualidad y a la hora que habíamos quedado vino e hicimos las notas, luego compartimos un asado y fuimos a recorrer las sierras en su camioneta; parte de todo esto se puede ver en el documental.

-A propósito, ¿hubo algo que los sorprendió durante la captura de testimonios o todo se desarrolló según los planes previos?
En realidad podríamos decir que todo el camino fue de sorpresas. Vos imaginate que arrancamos a hacer este proyecto sólo con las ideas que teníamos que eran las que tiene cualquier pibe o piba común y corriente que escucha esta música y va a shows. Entonces cuando para hacer la película te empezás a meter en la movida, ir a shows ya no como público sino como cronista, entrevistar a tanta gente, que ellos te cuenten sus experiencias y te relaten cómo fueron las cosas, se nos fue dibujando un mapa cada vez más amplio y completo de toda esta historia y obviamente la gran mayoría de las cosas no las sabíamos, entonces todo lo nuevo que iba surgiendo nos sorprendía y con eso íbamos piloteando el rumbo que le dábamos a la película. Con esto te quiero decir que la idea que teníamos al principio con lo que fue el producto final en el medio mutó miles de veces, pero eso también es parte de la experiencia de hacer un proyecto como este, que no se limita sólo a hacer un film sino también a hacer un exhaustivo trabajo de investigación.

-Como lo muestra el documental el heavy metal es una comunidad y en algunos aspectos bastante cerrada. ¿Les costó lograr empatía con los entrevistados, no sólo con los músicos sino también con el público?
Para nada, al contrario, si hay algo que se destacó en todos fue la predisposición para que los entrevistemos y contar su historia, aparte esto complementa un poco lo que te decíamos antes de lo que es un trabajo de investigación: para hacer el documental tuvimos que escuchar y aprender de mucha gente que la vivió, y la predisposición para contar la historia y mostrar verdaderamente cómo es esto lejos de los prejuicios es algo que todos tuvieron. Aparte todos se ponían muy contentos cuando les decías que era un documental sobre la historia del metal en Argentina, ya que todos sabían que no había una producción como esta y muchos de ellos querían verla terminada y hasta en algún punto la sentían como propia ya que cuenta su historia.

-¿Cómo les impacta a ustedes la postura un tanto reaccionaria que se escucha desde algunos referentes del metal o desde el mismo público?
Es parte de la identidad y de la cultura propia de esto hacia adentro y que a veces se transmite hacia afuera. Es un movimiento muy sólido que sabe lo que quiere y lo que no quiere, tal vez el estar siempre marginados del mainstream genera una sensación de que se rechaza al metal, entonces las posturas se radicalizan y es ahí en donde aparece cierto público cerrado para evitar que le diluyan a su estilo o sus bandas y de esa manera evitar que el estilo desaparezca o gane terreno otra cosa que no se quiere ser. Esto es parte de la resistencia que se hace para cuidar la pureza del movimiento. Obviamente que esto hacia afuera y hacia adentro a veces trae discusiones o problemas, pero es lógico que un movimiento tenga sus defectos y sus virtudes así como también sus puntos de vista internos. Son cosas que si bien uno las puede señalar, hay que pensar que si ves la historia treinta años para atrás, las rivalidades, las divisiones y las posturas reaccionarias eran mucho peores. Entonces hay que pensar también que se evolucionó un montón y que hoy en uno de los pocos espectáculos en donde nunca vas a ver ni un quilombo es en un show de heavy metal. ¿Que falta evolucionar? Por supuesto, siempre se puede ser mejor.

-En el documental Silvina Harris habla de lo difícil que era para las mujeres ser parte del ambiente del heavy metal. Siendo Paula una de las realizadoras, ¿cómo ve ella el trato que tienen hacia las mujeres o la figura de las mujeres en el metal argentino?
Bueno, soy de una generación posterior a la de Silvina, por lo que esa primera etapa donde las mujeres estaban un poco relegadas o les costaba un poco más a mí no me tocó. Soy del interior y cuando llegué a Buenos Aires iba a los recitales sola porque mi compañera no era muy afín a mis gustos musicales. Nunca tuve ningún problema en ningún show ni nacional ni internacional, y fue una práctica que tuve durante mis primeros años. Cuando llegué a la movida la parte difícil ya estaba transitada. Por ahí nos falten algunas referentes más sobre el escenario, pero poco a poco se van animando, no sólo a cantar sino a tocar y armar bandas femeninas exclusivamente.

-¿Les interesa que el documental trascienda las fronteras del gueto metalero o es un trabajo pensado para los “del palo”? ¿Han tenido alguna devolución de aquellos que no son público del metal?
Todo proyecto tiene un “público objetivo” por así decirlo, porque es muy difícil hacer algo que atraiga y genere las mismas sensaciones en millones por igual. En este caso el documental fue pensado primero para el que escucha metal argentino, luego para el que escucha metal argentino e internacional, luego para el que solo escucha metal internacional, y finalmente para el que le gusta el rock, fuera de eso obviamente son todos bienvenidos a ver de qué se trata esto. Cuando presentamos la película en el Festival de Cine de Mar del Plata por ejemplo, vino mucha gente que no era del palo y se nos acercaba para decirnos que les había gustado, nos preguntaban por bandas de metal argentino para escuchar porque les gustaron algunas canciones que hay en la película o se iban con reflexiones por cosas que no sabían o conocían. Eso fue algo que realmente no esperábamos porque suponíamos que a la gente que no escuchaba metal ni le iba a interesar. Eso fue algo muy positivo que nos llevamos del Festival y de las primeras proyecciones al público que tuvimos.

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