
Por Henry Drae
A pesar de los intentos fallidos y éxitos cinematográficos que se vienen produciendo desde hace ya cuarenta años -ocasión en la que se diera el estreno de Carrie (1976)-, las adaptaciones de libros de Stephen King parecen estar destinadas a rendir más en el formato de miniserie televisiva, fundamentalmente por la extensión y complejidad de las historias. Entiéndase por complejidad no al uso de tramas intrincadas en extremo sino la profusión de detalles dedicados a brindar el necesario realismo en cada historia para lograr hundir luego al lector/espectador en la viscosa paranormalidad de la manera más efectiva. Y esto teniendo en cuenta que en este momento existe en pre-producción la friolera de veintiocho títulos inspirados en obras de la pluma del autor, lo cual marca a las claras qué tan fuerte es en la industria el hecho de que un guión lleve el sello de King.
11.22.63 es el último traslado a la pantalla chica y, una vez más ya desde hace un tiempo, el bueno de Stephen se ha reservado un lugar para producirlo y seguir de cerca lo que hagan con su historia, incluso participando en los guiones como en este caso. Esa supervisión a veces resulta y otras es un total despropósito como en varias de sus adaptaciones o ese intento de dirección fallido que fuera Ocho días de terror (1986), que por fortuna no se repitió.
11.22.63 cuenta la historia de un profesor (James Franco) al cual le es revelado un secreto al tiempo que se le asigna una gran responsabilidad: la posibilidad de viajar en el tiempo hacia el pasado y la obligación -como promesa al proveedor de ese secreto-, de identificar y detener al asesino del presidente John F. Kennedy antes de que pueda cometer el atentado en la fecha que da el título a la serie. Claro que todo esto tiene un marco, un conjunto de reglas lógicas y básicas sobre ese mundo que parece permeable al cambio pero que no se mantiene inerte ante cada intento, sino que lo repele de la manera más brutal y terrorífica. Lo bueno es que a pesar de las posibilidades que disparan la imaginación, todo aquí es acotado; lo que se haga trae consecuencias y hasta la posibilidad de un reseteo con cada salto al pasado. Jake Epping (Franco) no debe esperar a ver lo que suceda en el futuro con cada cambio que introduzca, sino que comprueba con real asombro, lo susceptible que es el tiempo cuando intenta ser forzado a cambiar.
La impecable recreación del mundo de los 60 y su contraste con la actualidad son irreprochables y producto de una estudiadísima dirección de arte. Incluso hasta en la elección del elenco ya que James Franco calza perfecto como el viajero de ambos mundos que no debe despertar sospechas en sus andanzas, al menos al primer golpe de vista. Se sabe que hay una fascinación manifiesta en la obra del autor por los años 50 y 60 en sus autos, sus marcas, sus costumbres y sobre todo en su música, que por supuesto aquí tampoco está ausente y se agradece el regodeo por la selección brindada.
Quienes hayan tenido la oportunidad de haber leído la novela no se sentirán defraudados, King nos tiene acostumbrados a describir con esmerado detalle a los protagonistas de sus historias y es agradable notar cómo cada uno que hace su aparición se corresponde con lo proyectado desde las páginas, aunque tengamos la fantasía de que al autor nos lo haya dejado imaginar en total libertad a la manera del mejor ilusionista. Y eso sin mencionar a esos tremendos personajes secundarios que ya son marca registrada del autor y casi un patrón en sus historias, del tipo de los que aparecen en los momentos menos esperados y lanzan un latiguillo. En este caso la frase de un desconocido al pasar, “no deberías estar aquí”, promete erizar los pelos de muchas nucas.
11.22.63 será una miniserie de ocho capítulos, al menos en esos términos está planteada y resulta difícil de creer que, dada la base que brinda la historia original, pueda estirarse o durar más de una temporada. La misión en sí, presentada desde la investigación minuciosa por Al Templeton -el personaje del sólido Chris Cooper-, logra que los seguidores de uno de los crímenes más célebres en la historia de los Estados Unidos no se vean subestimados con conjeturas y supuestos al estilo de la conspiranoica JFK (1991) de Oliver Stone que abordaba el mismo tema. Aquí el desafío es confirmar la autoría del asesinato, dadas las posibilidades, y luego actuar para prevenirlo. Un lujo que el maestro de lo macabro se da para atraparnos en sus redes y poner a prueba nuestra exigencia de fidelidad a los hechos históricos, aunque estemos hablando de una ficción especulativa. ¿Lo logrará? Quedan siete capítulos para averiguarlo (el primero se estrenó el 15 de febrero por Hulu). O si están muy impacientes, vayan buscando en wikipedia si JFK murió hace algún tiempo por causas naturales o reposa aún en un asilo de ancianos presidencial a punto de cumplir cien años, si es que el bueno de Jake cumplió su cometido.
Rescatando al presidente Kennedy: sobre 11.22.63 https://t.co/hlbxDFNocK https://t.co/RLdwRXBMqy
Rescatando al presidente Kennedy: sobre 11.22.63 https://t.co/bFXJTr1yNJ https://t.co/ZqUzRYV0ta
— Detrás de la cámara (TrasLaCamaraVE…
Mis impresiones sobre la tremenda 11.22.63 del maestro Stephen King en Fancinema…. https://t.co/LrXEIPEvCk