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MAR DEL PLATA 2015 – Pablo Agüero: “hubo una búsqueda de metonimia, de significar el todo por una parte”

Por Rodrigo Seijas

(@fancinemamdq)

pablo agueroLa odisea atravesada por el cadáver de Eva Perón funciona como símbolo de las luchas sociales y los proyectos políticos en pugna a lo largo de un cuarto de siglo en la Argentina. Eso es muy patente en un film indudablemente polémico y complejo como Eva no duerme, una de las representantes nacionales en la Competencia Internacional de la 30ª edición del Festival de Cine de Mar del Plata. Su director, Pablo Agüero, conversó con FANCINEMA sobre el proceso de desarrollo narrativo, la concepción de puesta en escena que trazó para el film, el trabajo con las actuaciones y el contexto socio-político en que se produce el estreno, entre otros temas.

-El film parte de los diversos hechos vinculados al cadáver de Eva Perón para terminar realizando un trazado de treinta años de historia argentina. ¿Esa estructura la pensaste desde un principio o fue surgiendo a medida que avanzaba la investigación y la escritura del guión?
Esa idea de abarcar todo un período histórico surgió desde un principio. El hecho excepcional de una persona que es enterrada casi un cuarto de siglo después de su muerte es un punto de partida para analizar casi veinticinco años que corresponden a la etapa más fuerte de la Guerra Fría. La desaparición de ese cuerpo es una de las desapariciones clave de la Guerra Fría en América Latina.

-Es como un símbolo de lo que pasaba en el mundo entero.
Sí, totalmente. Es un preámbulo de las futuras desapariciones en la Argentina y un símbolo de lo que pasaba a nivel mundial. De hecho, así hicieron desaparecer al Che. Más allá de mi visión subjetiva, es un hecho histórico, comprobable, que había un plan mundial para reprimir los movimientos sociales y ese plan incluía la desaparición de cuerpos, y sobre todo cuerpos simbólicos. Es un hecho histórico la Guerra Fría y el plan sistemático de desapariciones a nivel mundial.

-En la película hay un trabajo muy específico con los espacios cerrados, buscando crear climas claustrofóbicos. ¿Cómo es que llegaste a esa concepción espacial?
Lo pensé desde bastante temprano pero fue también producto de una búsqueda de metonimia, de tratar de significar el todo por una parte, que me pareció una lógica netamente cinematográfica. En sí, la figura propia del cine es la metonimia, porque muestra fragmentos que significan la totalidad. Pero además tenía una historia de una complejidad desmesurada y en ese caso convenía significar el todo por una parte. Eso se fue acentuando por diversas razones, por elecciones estéticas y narrativas, por ir a lo esencial en vez de dispersarme, e incluso de producción, por no poder disponer de los medios para abarcar todo manteniendo la misma calidad técnica y artística que estaba buscando. Es decir, necesitaba concentrarme en lo que yo podía controlar.

-¿Cómo trabajaste las actuaciones para que no cayeran en una teatralidad contraproducente, más teniendo en cuenta la interpretación de personajes históricos, como en el caso de Daniel Fanego, que encarna al general Aramburu?
Yo asumí una teatralidad, hay una teatralidad asumida en la película, pero no es la teatralidad de las películas históricas. Es otro tipo de teatralidad, de tipo expresionista y vinculado con lo onírico, y no lo acartonado de los films históricos. Hay una rigidez asumida, buscando evidenciar la diferencia entre lo que es una realidad histórica, que está mostrada por las imágenes de archivo, y lo que es mi interpretación de la Historia, que está en la ficción. Yo no busqué igualar los archivos y la ficción, sino al contrario, diferenciarlos como una posición honesta frente al espectador, dejando en claro que “hasta aquí llegan las imágenes de archivo históricas, y aquí comienza mi interpretación de los hechos, que es más teatral, más ficcional”.

Eva no duerme llega en un momento bastante particular del país, con una revitalización del enfrentamiento entre peronismo y antiperonismo, pero actualizado de otro modo. ¿Cómo creés que puede ser interpretado por diferentes sectores?
Yo no voy a presagiar lo que va a pasar pero puedo decir lo que a mí me interesaría que pase. Yo pienso que hay dos niveles del debate: el superficial, que es partidario y que es el nivel de la lucha de poderes, de quién va a quedarse con el poder, en el cual no me interesa intervenir; y el que implica la reflexión profunda sobre qué queremos para nuestro país, para nuestra sociedad, si queremos una sociedad de capitalismo salvaje o si queremos una sociedad con una cierta redistribución de la riqueza, donde se promocione un cierto nivel de justicia social. Eso para mí va más allá del peronismo, es una reflexión sobre hasta qué punto se puede sostener una sociedad cuando hay miseria.

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