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El marine 4

marine posterTítulo original: The Marine 4: Moving Target
Origen: EE.UU.
Dirección: William Kaufman
Guión: Alan B. McElroy, basado en los personajes creados por Scott Wiper y Declan O’Brien
Intérpretes: Mike ‘The Miz’ Mizanin, Josh Blacker, Matthew MacCaull, Danielle Moinet, Paul McGillion, Fraser Aitcheson, Primo Allon, Curtis Caravaggio, Todd Jenkins, Melissa Roxburgh
Fotografía: Mark Rutledge
Montaje: Paul Martin Smith
Música: Jeff Tymoschuk
Duración: 90 minutos
Año: 2015
Compañía editora: Blushine


3 puntos


El marine más aburrido del mundo

Por Rodrigo Seijas

(@fancinemamdq)

marine1Quizás la culpa la tenga John Cena, fisicoculturista, luchador profesional y estrella de la WWE -una empresa de entretenimiento deportivo-, que se adentró en el cine buscando repetir el éxito que en algún momento obtuvo Arnold Schwarzenegger, con películas como El marine, una pavada patriotera con algunos rasgos simpáticos que partían mayormente de un villano hilarante interpretado por un desatado Robert Patrick -quien hasta tenía un guiño a Terminator 2: el juicio final-, y 12 desafíos, una porquería impresentable, a la que ni siquiera el oficio de un artesano como el director Renny Harlin conseguía salvar.

O quizás la culpa sea de WWE Studios, el brazo cinematográfico de WWE, que a pesar de que El marine y 12 desafíos no recaudaron precisamente mucho, decidió convertir ambos films en franquicias del directo a DVD. Ya FANCINEMA reseñó 12 desafíos: recargado y ahora es el turno de El marine 4 (sí, ya van cuatro): oh sorpresa, los resultados no son mejores que los de otras cintas del estudio.

Esta vez tenemos a un tal Jake Carter (Mike ‘The Miz’ Mizanin, otro de los grandotes de la WWE carente de carisma cinematográfico), personaje que ya había aparecido en la tercera entrega y que acá forma parte de un equipo de seguridad privado al que le encargan proteger a una bella informante, Olivia Tanis (Melissa Roxburgh), quien posee información que podría hacer caer a una poderosa empresa contratista militar. Obviamente, la cosa se complicará en extremo y pronto Jake quedará él solo como único protector de Olivia, con toda una unidad de mercenarios más un corrupto agente tras sus pasos, lo que obligará al protagonista a desplegar todas esas habilidades que sólo poseen los marines, que como todos sabemos -porque es recontra obvio- son los más mejores del mundo.

Predeciblemente, el film va desplegando toda una mirada en la que se desconfía en alto grado de todas las instituciones que no sean las militares, lo cual da pie para el típico discurso patriótico de cierto cine de acción estadounidense. De por sí eso no estaría mal -hay formas y formas de desplegar un lenguaje y una visión política- si es que va acompañado de una óptima utilización de las herramientas del género, pero El marine 4 rápidamente se queda sin ideas para sostener su trama, que está limitada básicamente a toda una sucesión de persecuciones mal filmadas y con un montaje espantoso. Para colmo, si el marine del título es un personaje unidimensional, la informante es directamente insoportable, una histérica de campeonato a la que dan ganas de que la terminen matando los malos. Y hablando de estos últimos, no pasan de ser pobres estúpidos que hacen todo lo posible para terminar siendo derrotados por Jake.

Por todo esto, El marine 4, a pesar de durar tan sólo una hora y media, ya aburre antes de llegar a la hora de metraje y ni siquiera funciona medianamente como entretenimiento hogareño. Se podría decir que es un film que atrasa treinta años, pero sería una ofensa para ochentadas como Comando.

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