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Predestinación

predestination posterTítulo original: Predestination
Origen: EE.UU.
Dirección: Michael Spierig, Peter Spierig
Guión: Michael Spierig, Peter Spierig, basados en el cuento de Robert A. Heinlein
Intérpretes: Sarah Snook, Ethan Hawke, Noah Taylor, Elise Jansen, Freya Stafford, Cate Wolfe, Alicia Pavlis, Alexis Fernandez, Christopher Kirby, Rob Jenkins
Fotografía: Ben Nott
Montaje: Matt Villa
Música: Peter Spierig
Duración: 97 miutos
Año: 2014
Compañía editora: Blushine


7 puntos


Lo temporal como drama

Por Rodrigo Seijas

(@fancinemamdq)

predestination unoUn caso raro el de los hermanos Michael y Peter Spierig: filmaron apenas tres películas en once años y ya tienen un estilo particular y distinguible, que los emparenta con la Clase B pero sin dejar de lado un trabajo formal muy cuidadoso, que hasta podría ser confundido como pretencioso. Su anterior estreno en la Argentina, Vampiros del día, era una relectura futurista sobre el universo genérico de los chupasangre con la suficiente astucia e inteligencia para no caer en la metáfora política de trazo grueso, que además usaba a un excelente elenco, encabezado por Ethan Hawke, Willem Dafoe y Sam Neill, para crear un mundo sólido y palpable. Con Predestinación, basada en el cuento corto All you zombies, de Robert A. Heinlein -el mismo de Starship troopers-, le dan una nueva vuelta tuerca al subgénero de viajes en el tiempo.

Hacer un seguimiento estricto de la trama de Predestinación sería cuanto menos complicado: basta con decir que se centra en un Agente Temporal (Ethan Hawke, colaborando nuevamente con los directores y guionistas) que, en su misión final, deberá realizar un último intento por atrapar al criminal que lo ha eludido siempre durante el viaje en el tiempo y que es el culpable de un atentado en el que murieron más de once mil personas. En cierto modo, el film recuerda a Timecop, aquella cinta con Jean-Claude Van Damme también centrada en el viaje en el tiempo: allí, en los mejores momentos, lo que importaba no era tanto las peleas, los efectos especiales de medio pelo o la recreación un tanto improbable de un futuro no demasiado lejano, sino simplemente la lucha de un hombre buscando salvar a su esposa y su hijo por nacer. Los Hermanos Spierig también parecen tener claro que lo que importa es la narración y los cruces afectivos -y temporales, obvio- entre los personajes, reduciendo a lo elemental el trabajo estético, con una puesta en escena despojada, con mínimos efectos especiales y pocas locaciones, y sin buscar hacerse notar a través de los movimientos de cámara o la elección de planos.

Se podrá argumentar que el despojamiento formal de la película está relacionado con su presupuesto indudablemente escaso, lo cual no dejaría de ser cierto, pero sería una afirmación un tanto incompleta, porque a la vez no deja de ser llamativo que Predestinación, a pesar de sus múltiples idas y vueltas o extensos diálogos sobre el destino o las paradojas del tiempo, no termina de caer nunca en la trascendencia boba de un Christopher Nolan. Los Hermanos Spierig se hacen cargo de que lo que tienen entre manos es, en el fondo, un hondo drama que se permite tocar tópicos delicados como el cambio de sexo, las concepciones genéricas, la maternidad en solitario o la justicia por mano propia con crudeza y sutileza a la vez, permitiéndose tomar unas cuantas decisiones arriesgadas. Y depositan su confianza no sólo en Hawke -ya a esta altura un especialista en generar empatía con el espectador desde una presencia tan relajada como firme-, sino también en Sarah Snook, quien es la real protagonista del film y que realiza un trabajo superlativo desde lo corporal y la voz.

A Predestinación se le podrá reprochar que por momentos caiga en ciertos pozos, lo cual le resta ritmo a su mecanismo de relojería. Pero claro, no deja de ser un drama sobre cómo el destino está marcado por las propias decisiones y la identidad se va delineando a partir del contacto con el otro. Lento pero seguro, va avanzando hacia un lógico final y se hace cargo, con una coherencia tan inhabitual en el cine de hoy como bienvenida.

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