
Título original: Idem
Origen: Argentina
Dirección: Ginger Gentile, Sandra Fernández Ferreira
Producción: Gabriel Balanovsky, Débora Giammarini
Fotografía: Virginia Rojas
Montaje: Alejandro Soler
Sonido: Damián Montes Calabró
Duración: 78 minutos
Año: 2014
1 punto
Falaz
Por Matías Gelpi
En mayo, mediante su productora San Telmo producciones, Gabriel Balanovsky había estrenado Mujeres con pelotas, un documental que retrata el trabajo de Mónica Santino al frente de los grupos de fútbol femenino de Las aliadas, en la Villa 31 y el Centro de la Mujer en Vicente López. En la crítica publicada en FANCINEMA el 8 de mayo, la cual puede leerse acá, Rodrigo Seijas señalaba lo irreprochable del trabajo de Santino pero también la ineptitud de los realizadores para sostener desde la forma, la bandera del documental sobre la lucha contra discriminación de género. Al final de su nota Borrando la violencia de género, publicada en Página/12 el 16 septiembre, Luciana Peker escribe: “el primer film de Gabriel Balanovsky fue Mujeres con pelotas, en donde retrata el excelente trabajo de Mónica Santino al frente de los grupos de fútbol femenino de Las aliadas, en la Villa 31 y el Centro de la Mujer en Vicente López. Balanovsky no tuvo el tacto o el tiempo (en seis años) de contarle a Mónica -desde 2008, cuando la conoció- que la película iba a formar parte de una saga ideológica en base a su concepto de discriminación de género, en donde los agresores serían colocados como discriminados”. Es interesante ver cómo este párrafo de la buena nota de Peker complementa los argumentos que Rodrigo había esgrimido en contra de Mujeres con pelotas sin saber siquiera de la existencia de Borrando a papá. Sin duda estamos ante una saga ideológica basada en prejuicios que, sobre todo en este documental, se muestran más insidiosos que nunca.
Borrando a papá es un film vergonzoso en varios niveles. Ya señalamos en principio los problemas con la visión de la violencia de género que plantea, pero además podemos agregar la torpe y obvia manipulación que hacen de los testimonios y el material que utilizan para la estructura del film mediante el montaje que, por momentos, hace acordar a los peores informes de algún programa de Diego Gvirtz o a Bendita TV. Y ni hablar del cinismo mediante el cual va construyendo su discurso que pretende convertir en víctimas a quienes por lo menos estadísticamente casi nunca lo son. También podemos hablar del uso del recurso, cuanto menos cuestionable, de la cámara oculta que siempre deja indefenso al que está siendo engañado, y a poner en situación a los padres-víctimas que siempre hablan a punto de quebrarse y llorar con una sobreactuación ridícula.
No habría problemas con Borrando a papá si, por ejemplo, sus realizadores se hubieran limitado a profundizar en los casos donde por desidia, burocracia o la simple mirada parcial de los responsables, algunos padres se hayan visto injustamente alejados de sus hijos. Sin embargo, así como está planteado, con verdades a medias, con la manipulación de los testimonios, y sobre todo la ridiculización de las pocas voces que aparecen en pantalla en contra de la tesis del documental, lo que Borrando a papá denuncia es inevitablemente falaz.
#Borrandoapapa , Interesante review de Matias Gelpi http://t.co/oReW91oz2B
Entiendo que «Borrando a PApá» no sea cinematográficamente ni un producto acabado, ni tenga la creatividad de algunos de los documentales que suelen mostrarse en el circuito de los Festivales e incluso, obviamente, tenga un sentido tendencioso. Más allá de eso, en la critica, sería interesante que planteen a que verdades a medias se refieren, como si en un caso de violencia doméstica hubiese una sola verdad absoluta. Lo que me parece interesante del documental es mostrar que la justicia argentina avala denuncias FALSAS con MENTIRAS de mujeres que por algún que otro motivo tienen ganas de que los padres «dejen de molestarlas». Habiendo pasado en carne propia una situación similar (no al extremo de un Sindrome de Alienación Parental, por suerte) se fehacientemente que el hombre tiene que demostrar su inocencia ante falsas denuncias y no podrá ser sobreseído hasta tanto no lo demuestre. Eso es justicia?