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Ma non Troppo Social Club


MUY BUENO


El club de barrio era una fiesta

Por Mex Faliero

(@mexfaliero)

club socialEl concepto del club barrial está fuertemente arraigado en la memoria emotiva del argentino, por acción u omisión: están los que llegaron a vivir la vida intramuros de los clubes en su adolescencia o aquellos que sin haberla vivido, la comprenden por transmisión generacional. Se trata, sin dudas, de algo muy caro a las viejas generaciones: tal vez podemos encontrar los últimos estertores durante la década de 1970. Con el tiempo y la modernidad -mas ciertos períodos oscuros de la historia del país, enemigos de determinado estilo de vida hedonista que se podía encontrar en las barras de esos clubes- el concepto de club de barrio, de punto de encuentro identitario, fue desapareciendo en pos de otro tipo de divertimento. Fue Juan José Campanella quien con Luna de Avellaneda hizo cercano el concepto a las nuevas generaciones y ahora, con Metegol, vuelve a penar por un tipo de nostalgia de la vida que se daba en aquellos recintos. El problema de ambas películas es que se trata de un recuerdo vacío, puramente superficial, que busca emocionar con una tortura sentimentaloide bastante peligrosa. Todo lo contrario de Ma non Troppo Social Club, espectáculo local que reconstruye aquellos espacios a partir de la inteligencia y un atractivo historicismo que transita el devenir de los géneros populares por esos salones. Este viernes 2 de agosto se presentarán en el Teatro Colón (Yrigoyen 1665).

Ma non Troppo Social Club es la última propuesta del grupo vocal Ma non troppo en esta etapa de reinvención que viven: tras mucho batallar, descubrieron con En grazia plena que podían además de cantar muy bien, recrear pequeñas piezas humorísticas con el timing suficiente para ser efectivos. Dando la nota fue un paso más allá -que los encontró en plena etapa de masividad a través del programa Talento argentino– y Ma non Troppo Social Club es definitivamente el espectáculo más redondo que han brindado. No sólo porque hay un concepto muy bien urdido, sino porque además han ido limando aquello que en otras ocasiones les cuestionamos: determinaron mejor el espacio que cada uno ocupa sobre el escenario, sobresaliendo aquellos que tienen más talento para lo cómico.

El concepto está tramado a partir de diversos sketches que sirven para repasar géneros musicales, a la vez que demuestran la virtud de los troppo (Marcela Arecha, Florencia Olivieri, Fabia Netto, Mona De Marco, Pablo Rabinovich, Osmar Cabrera, Leo Rizzi, Jose Caldararo y Daniel Antenucci) para recrear cada uno de esos sonidos. El espectáculo avanza desde la fundación de un club imaginario a comienzos de siglo pasado hasta nuestro tiempo, nutriéndose de hitos de la industria del espectáculo como el cine mudo, las milongas, la música caribeña y sus aires 50’s, pero fundamentalmente de lo que cada instancia significaba desde un punto de vista histórico, político y social. Porque de fondo, lo que importa, es eso, descubrir que si el club de barrio es algo digno de recuperar es porque sintetiza de manera prosaica nuestra historia y nos define. Ese es el sentido de la nostalgia, y no otro.

El espectáculo tiene un soporte audiovisual que necesitaría de un cuidado un poco mayor, momentos que merecen un ajuste en cuanto al timing cómico y otros notables, como el número de la llegada del hombre a la Luna o la recreación de Rápidos y furiosos en formato cine mudo. Este último es un segmento clave para entender un poco el humor de los troppo: si bien podrían haber recurrido a un Chaplin o un Keaton, referentes más elevados del arte culto y aceptados académicamente, se meten con la grasosa saga fierrera en una puesta en escena que se completa con una exquisita versión vocal de la música de… ¡El inspector Gadget! En definitiva, si Ma non Troppo Social Club es un muy buen espectáculo de humor es porque resulta gracioso y ocurrente, la gracia surge de la inteligencia de la puesta en escena y del talento de sus intérpretes, y porque se mete con un tema que no le queda grande. Todo lo contrario: lejos de aquella nostalgia superficial que decíamos, el espectáculo transmite acertadamente un espíritu de época y lo deja flotando en el ambiente.


Libro: Ma non troppo.
Dirección: Ma non troppo.
Intérpretes: Marcela Arecha, Florencia Olivieri, Fabia Netto, Mona De Marco, Pablo Rabinovich, Osmar Cabrera, Leo Rizzi, Jose Caldararo y Daniel Antenucci.
Sala: Teatro Colón (Yrigoyen 1665), el viernes 2 de agosto a las 21:00.

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