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“De chico las de terror me daban mucho miedo, pero igual quería verlas”

Por Pablo Suárez

matias ortaSi hablamos de muy buenos directores norteamericanos de cine de terror que aún siguen filmando, los nombres de John Carpenter, George Romero, Wes Craven, Tobe Hooper y Rob Zombie son los primeros que aparecen. Por suerte, la mayoría de sus películas se pueden ver en DVD y Blu Ray, en sitios de internet o también en ciclos de distintas filmotecas. Pero casi no hay ninguna publicación argentina dedicada al cine de terror (la atrayente revista La cosa es la excepción a la regla). En lo que respecta a libros, no hay casi ninguno escrito por críticos de cine o periodistas argentinos.

Pero la buena noticia es que John Carpenter, el director de cine de terror que se hizo famoso con la impresionante obra maestra Noche de brujas (Halloween, 1979) es ahora el objeto de estudio del libro Encerrados toda la noche, escrito por el joven crítico de cine argentino Matías Orta, y editado por Cuarto Menguante Ediciones. Vale la pena recordar que Carpenter es nada menos que el hombre que también hizo otras pequeñas y no tan pequeñas joyitas como La niebla (The fog, 1980), El enigma de otro mundo (The thing, 1982), El príncipe de las tinieblas (Prince of darkness, 1987), En la boca del miedo (In the mouth of madness, 1994), El pueblo de los malditos (Village of the damned, 1995) y Vampiros (Vampires, 1998). Y a mediados de 2011, aquí se estrenó Atrapada (The ward, 2010), su más que digno y nostálgico regreso al cine luego de nueve años sin filmar.

Las características más relevantes -y también las no tan relevantes- del cine de John Carpenter son hábilmente examinadas y analizadas en Encerrados toda la noche, un texto ideal para conocer toda la filmografía de el maestro del terror. Antes que nada, es un libro valioso porque ha sido escrito con mucho esmero y tiene la cantidad justa de información y cinefilia para satisfacer a los fans del género -y no para abrumarlos con anécdotas banales y trivia sin sentido-. De hecho, el modo en el que Orta pone en contexto las películas de Carpenter es muy útil para saber qué estaban haciendo en ese momento otros cineastas y cómo estos se relacionaban con su obra.

Hay un capítulo dedicado a cada película, y si bien todos los apartados están unidos por temas comunes en términos de contenido y forma fílmica, también cada capítulo se puede leer por separado en forma autónoma mientras se ven las películas en el orden que uno más prefiera. Personalmente, creo que la mejor manera para realmente aprovechar el libro es leerlo desde el principio hasta el final a medida que se va viendo la filmografía completa de Carpenter. Otra característica interesante es que cada película, incluyendo aquellas que la crítica consideró como pasos en falso en la carrera del realizador (como por ejemplo Memorias de un hombre invisible -Memoirs of an invisible man, 1992-), o Rescate en el Barrio Chino (Big trouble in Little China, 1986), están analizadas con la misma atención que sus mejore películas.

Esta mirada cercana y tan detallista no sólo favorece una apreciación inteligente de la obra de Carpenter, sino que también se convierte en una lectura muy placentera. Creo que este libro seguramente va a satisfacer las expectativas de los fans más apasionados. Matías Orta también es cofundador del sitio web A sala llena, en el que publica sus críticas de cine y notas periodísticas. Asimismo, se dedica a escribir ficción; es miembro de La Abadía de Carfax, un círculo de escritores dedicados al terror y al fantástico; y publica cuentos cortos acerca de Lucky, un ficticio asesino serial que no le debe nada a nadie, en su blog I Love Lucky – Relatos. Para saber un poco más acerca de su pasión por el cine, el terror, John Carpenter, y Encerrados toda la noche, FANCINEMA entrevistó a Matías Orta.

encerrados toda uno-¿Cuándo surge tu interés por el cine de terror?
Siempre me gustó el cine fantástico y de terror, desde chico. Muchas veces, trataba de recrear mis favoritas en historietas y con juguetes. Ya en esa época quería contar historias. De chico, las películas de terror me daban mucho miedo… pero igual quería verlas. Me provocaban una siniestra fascinación. En cuanto a subgéneros, siempre tuve simpatía por todos. De muy chico, los slashers eran mi debilidad. Pero también las películas con casas embrujadas, las de vampiros, hombres lobos… todas. A medida que iba creciendo, empecé a valorar el terror psicológico. Crecí con la obra de genios como David Cronenberg, George Romero, Wes Craven, Dario Argento y, por supuesto, John Carpenter.

-¿Qué recuerdos tenés de la primera película de Carpenter que viste?
Vi Noche de brujas por primera vez a los ocho o nueve años. Quedé perturbado: el asesino era una imparable máquina de matar, usaba una inquietante máscara blanca, y al final no moría. ¡Tremendo! Como corresponde, hice alguna historieta con Michael Myers, siempre con mucha sangre, por lo que el crayón rojo se me partía seguido. Después descubrí otras películas de Carpenter: La niebla y Christine, por ejemplo.

-¿Por qué quisiste escribir un libro sobre su cine?
Cuando empecé a escribir sobre cine, evité meterme con determinados directores. Pensaba que, de mi parte, merecían un libro, no críticas cortas y aisladas. Uno de esos cineastas era Carpenter. Y en febrero de 2010, cuando apareció el ofrecimiento de Mariano González Achi (editor de Cuarto Menguante), no pude negarme. Y escribir el libro fue una experiencia hermosa. Y me gustan mucho los dos “bonus” extras: prólogo de Israel Adrián Caetano, y la entrevista que pude hacerle al mismísimo Carpenter, ¡eso fue buenísimo!

-¿Cuáles son algunas de las características del cine de Carpenter?
En sus películas, podemos observar su poca simpatía por las autoridades. Es un anarquista confeso y lo demuestra a través de sus obras. Se nota especialmente en Fuga de Nueva York (Escape from New York), Fuga de Los Angeles (Escape from LA) y Sobreviven (They live), en donde muestra a políticos corruptos o directamente estúpidos. Pero también en el caso de Noche de brujas, donde los adultos y el psiquiatra no pueden impedir el avance del Mal. Otro tema central es el encierro (al que hace referencia el título del libro): los personajes suelen quedar encerrados para evitar que el Mal ingrese, pero quedan atrapados con el Mal adentro y la tensión se hace insoportable. También el cine de Carpenter se caracteriza por su cinefilia: hace referencias a películas de ídolos como Howard Hawks y Alfred Hitchcock, y lo hace sin ser invasivo, con alguna referencia juguetona. Por ejemplo, Asalto al Precinto 13 (Assault to Precint 13th) es una versión moderna de Río Bravo, aquel western de Hawks, y Carpenter lo afirma al usar como seudónimo John T. Chance (el personaje de John Wayne en aquella peli) en su tarea como montajista. Podemos nombrar también el pesimismo reinando, sobre todo en los finales, que suelen ser nefastos o ambiguos. No nos olvidemos de la música, compuesta casi siempre por él. Minimalista, pero poderosa.

-¿Tres películas que te gusten mucho?
Noche de brujas, por el valor nostálgico y porque con cada visionado le encontrás nuevos detalles. En segundo lugar, La niebla, por ser una de las películas que más me asustó en la vida, y porque muestra otra faceta del terror de Carpenter. Y El enigma de otro mundo, porque se atrevió a hacer una nueva versión de un cuento que inspiró aquel clásico dirigido por Christian Niby y producido por Howard Hawks, y logró una brillante exploración del horror y la paranoia.

-¿Qué pensás acerca de las remakes?
Sin dudas, estamos en una época de remakes. No me parece mal que se haga una nueva versión de una película ya existente, pero es cansador cuando eso parece ser lo único redituable para los grandes estudios, ya que abarata gastos en publicidad a la hora de instaurar un concepto o un personaje. Prefiero las remakes que le encuentran una vuelta de tuerca con respeto a la original y no la repetición plano por plano. ¿Por qué hacer exactamente lo mismo que antes, si estaba tan bien hecho?

-¿Te gustan la de Halloween, de Rob Zombie, o la de El enigma de otro mundo, de Matthijs van Heijiningen Jr?
Me gusta la Halloween de Rob Zombie. Es cierto que es muy psicológica y le quitó el misterio que hacía tan fascinante a la original, pero es una película cruda, realista y aterradora que funciona genialmente. A su manera, Rob Zombie supo respetar la idea original. La de El enigma de otro mundo es una precuela de la de 1982 de Carpenter, pero está filmada de manera muy parecida, siguiendo la fórmula exacta que inventó él. Podríamos decir que es como una remake encubierta, vendida como precuela. Me gusta el resultado final, pero te podés imaginar cuál me gusta más.

-¿Cómo es la respuesta que tuviste hasta ahora respecto a Encerrados toda la noche?
Me viene trayendo muchas alegrías: fue presentado en festivales de cine como el de Mar del Plata, está a la venta en librerías y se vende bien. La gente lo compra, le gusta y lo recomienda. No puedo estar más feliz.

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