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MAR DEL PLATA 2012 – El hombre que nunca estuvo: culpa del Festival

Por Matías Gelpi

Día 6, jueves 22, películas que vi = 0

Mar del Plata se acostumbra rápidamente a sus visitantes, y a seis días de comenzado el Festival ya nadie se sorprende de los extraños personajes que deambulan por la calle. Es más, nadie se preocupa porque, como todos los que llegan a la ciudad, se irán en poco tiempo.

Si uno hace el recorrido desde el Auditórium hasta el shopping yendo por la Peatonal (o Rivadavia), se puede obtener una idea de lo que significa para Mar del Plata el Festival de Cine: gente preguntando hacia dónde queda el mar, o algún cine, o Starbucks, o el subte, que entra a las casas de ropa deportiva a ver si ya se inventaron las Nike que usa Michael Fox en Volver al futuro (de hecho ya se inventaron); gente que se ganó ese rictus solemne y orgulloso, porque han pensado cosas importantes, porque ellos son LA cultura; gente (¡ay si Dios existiera!) que entra a las librerías a pedir libros de autores impronunciables editados por Anagrama, y que inspiraron el último documental de tres horas de un director que ahora es preso político por ser un artista comprometido.

Pero todo lo anterior no me importa, repito: en breve ya no estarán. Yo quería contarles, o mejor dicho, quería enumerar todo lo que el Festival me sacó. Horas para compartir con mi novia, horas de descanso, mucho tiempo (o ustedes creen que esta mierda se escribe sola). Y tres cosas que lamento mucho, tiempo para leer, ver Breaking Bad y jugar con mi nuevo Blackberry.

Aunque no hay que ser tan injustos, el jueves ha sido un día carente de Festival, y tuve tiempo de ojear un libro de Bukowski, Hijo de Satán, con el cual me dormí irremediablemente. Bukowski tiene un problema, sus obras son siempre exactamente lo que uno espera de ellas, algo parecido le pasa a Hunter Thompson, pero no nos vayamos de Charles. Como decía, su obra tiene menos sorpresa que la dupla Silva-Viatri. Algún día algún boludo de la lista (la lista está conformada por Darren Aronofsky, Gaspar Noé, Alejandro González Iñárritu, entre otros) filmarán adaptaciones basadas en textos de Bukowski. Allí veremos dos horas de putas maltratadas, cirróticos adictos a los caramelos de propóleos con merca, golpes bajos e ideas pelotudas acerca de lo que significa estar vivos.

Al fin de cuentas, el Festival ha incrementado mi capacidad de ser un cínico hijo de puta, lo cual me ha proporcionado fama, riquezas y placeres inimaginables, me siento Gregory House aunque menos miserable.

Aclaración: a quien le parezca excesivo el maltrato hacia Ernesto Sábato que aparece en el texto anterior, le recomiendo que consiga un ejemplar de los diálogos Borges-Sábato que coordinó Orlando “sin el kirchnerismo seguiría trabajando en los medios que ahora critico ferozmente” Barone. Allí se podrá apreciar la fina ironía y despreocupación de Jorge Luis y, la insoportable vocación solemne de Ernestito. Y lo más importante es que me darán la razón.

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