Seguramente cuando se estrene Django sin cadenas, la próxima de Quentin Tarantino, muchos se pondrán a hablar de spaghetti western más por una cuestión iconográfica que por conocimiento. Y porque quedará bien y estará de moda. Pero sepan que Django sin cadenas no será un título gratuito, sino que tendrá directa relación con un nombre que para los cinéfilos es un genio no reconocido: Sergio Corbucci. Vamos a matar, compañeros, film de 1970 dirigido por Corbucci, es la propuesta de Imágenes paganas para este domingo.
La función que haremos de nuestro ciclo, será como es habitual en Rondó Bar (Yrigoyen 2575) desde las 21:30, con entrada libre y gratuita.
Para el gran público el nombre que se relaciona inmediatamente con el spaghetti western es el de Sergio Leone. Pero Corbucci es un autor que precisa una revalorización inmediata para aquellos que gustan del subgénero que sirvió para prolongar la vitalidad de las películas del oeste. Precisamente Django fue una de sus películas más conocidas, y de la que Tarantino toma su referencia más clara.
Vamos a matar, compañeros se centra en tiempos de la Revolución Mexicana y sigue esa línea sucia del subgénero, con personajes marginales o de moral dudosa: aquí tenemos un traficante de armas, un general déspota y bandoleros de toda condición. El centro será la búsqueda de un codiciado botín, todo organizado alrededor de estupendas escenas de acción.
Esta película de Corbucci forma parte de una trilogía centrada en la Revolución Mexicana, que además de ser potentes relatos de acción contaban con muchísimo humor. Pero, además, con un subtexto político bastante divertido, en el que el discurso guerrillero era adoptado y tomado como referencia de manera asordinada. No de gusto los malos eran los generales y los poderes militarizados.
Por si hacía falta más, Vamos a matar, compañeros cuenta con música de Ennio Morricone, que vendría ser como un sinónimo del spaghetti western, y con actores emblemáticos como Franco Nero, Thomas Milian, Jack Palance y Fernando Rey. Es decir, que el plato está completo. Aquellos que no gustan de las películas de vaqueros, no teman, este es un muy divertido exponente y, además, potenciado por un altisonante discurso subversivo.
La invitación está hecha. Les recomendamos reservar mesa al 155-059990.