El León de Oro ha recibido hoy a sus dos primeros pretendientes en la Mostra: la enrevesada obsesión del ruso Kirill Serebrennikov, Betrayal, plagada de hallazgos visuales, y la decepcionante fábula francobelga Superstar, de Xavier Giannoli, mirada reiterativa sobre los fenómenos de masas. La cinematografía rusa, que en los últimos diez años ha sido premiada en dos ocasiones ha revalidado su título de cine digno de premio gracias a Betrayal, hipnótico cóctel del erotismo fatalista de Hitchcock con la psicología torturada y cauterizada de Ingmar Bergman. El cineasta francés Xavier Giannoli, por su parte, quería hacer «el retrato de una era» con Superstar, una fábula oscura que critica la futilidad de los fenómenos mediáticos que no ha convencido a la prensa especializada. Con la mala suerte de que su premisa -un hombre despierta un día convertido en una celebridad y no llega nunca a saber por qué- es muy parecida a una trama de A Roma con amor, de Woody Allen, o incluso a la última película de Matteo Garrone, Reality, Giannoli encuentra su tabla de salvación en sus actores, Cecile de France y, sobre todo, Kad Merad.
THE ICEMAN. Los espectadores de The Iceman, una nueva película sobre el asesino profesional Richard Kuklinski, que mató a más de cien personas, pueden quedarse con el incómodo sentimiento de que les gusta el chico malo de la cinta. El director israelí Ariel Vromen logra un retrato redondo del famoso asesino, que murió en prisión en 2006, retratándole no sólo como un agresor a sangre fría, sino como un amante esposo encantador y padre de dos niñas. The iceman se estrenó hoy en el festival, donde no está en la competición principal pero ha obtenido muy buenas críticas, en particular para el protagonista, Michael Shannon.
EL IMPENETRABLE. La restitución a los indígenas de las tierras del Chaco paraguayo que pasaron a manos privadas durante el régimen de Alfredo Stroessner salió hoy a escena en el Festival de Venecia. Esta idea es el argumento sobre el que gira el documental El impenetrable, una coproducción franco-argentina proyectada este jueves en la segunda jornada del certamen cinematográfico italiano dentro de la sección Proyecciones especiales fuera de concurso. La cinta pone imágenes a la «batalla» que libra uno de sus directores, el italiano Daniele Incalcaterra, por devolver a los indígenas 5.000 hectáreas que su padre, un diplomático italiano destinado en Paraguay, ya fallecido, compró en 1983 al Estado paraguayo en pleno Chaco, que cuenta con una muy baja densidad de población y una flora y una fauna ricas. La lucha de Incalcaterra, que ha dirigido este documental con su pareja, la suiza Fausta Quattrini, le llevará primero a intentar acceder a su propiedad pidiendo permiso al resto de terratenientes, y después a perseguir el reconocimiento de las tierras compradas por su padre, y finalmente que puedan ser devueltas a los indígenas.
SERGI LOPEZ Y EL TANGO. El español Sergi López presentó hoy el film Tango libre, dirigido por el belga Frédéric Fonteyne y en el que se ve envuelto en un triángulo que deriva en un cuadrado amoroso. En esta película, producción de Francia, Bélgica y Luxemburgo y que participa en «la Mostra» dentro de la sección paralela Horizontes, López encarna el personaje de Fernand, un preso de una cárcel belga con una particular experiencia amorosa, que termina condicionando su vida dentro de la prisión. Fernand, conocido entre rejas como «el español», se interesará por aprender a bailar el tango gracias a un reo argentino para que su mujer, Alice, a la que comparte con su amigo Dominic (también en prisión), no amplíe ese triángulo amoroso a una nueva persona, un guardia de prisiones que conoció en un curso de este tipo de baile. «El tango es divertido. Gracias a la magia del cine no he tenido que bailar el tango mucho en esta película. Sólo hay dos escenas en las que bailo dos o tres pasos. Hay otros actores que trabajaban en el film y que bailan más. Para mí no ha sido un problema y me he divertido mucho», comentó López durante la rueda de prensa.