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“De hacer una película, haría un documental: La Plata, la ciudad del rock: ¿mito o realidad?”

Por Gabriel Piquet

Cuando un artista es tan virtuoso y notablemente activo como es el caso de Melina Sarmiento, que además de tocar varios instrumentos, formar diversas bandas y rondar muchos y disímiles géneros musicales, se dedica a otras actividades por fuera de la música, uno espera ansioso un encuentro como el Cinéfilo/musical, donde seguro tendrá mucho para decir en la constante fusión entre la música y el cine. Con su constante vaivén entre la erudición de conservatorio y lo más prosaico de la cultura popular, Sarmiento se somete al cuestionario con envidiable flexibilidad, lo que le permite hablar tanto de la inclusión del chelo en sus canciones y de las métricas del tango, como de películas de María Félix o su recuerdo por Mary Poppins.

Nacida en La Plata, Sarmiento viene a confirmar esa relación que suponemos entre los platenses y el arte. De hecho, acepta lo lúdico y se suma a la idea de rodar un documental donde se hable de si La Plata es la ciudad del rock o es un mito. Mientras tanto, explica un poco sobre el Método Suzuki, una propuesta pedagógica de la cual tiene el título de “maestra”. La artista explica que “principalmente está orientada a los niños, pero tiene excelentes resultados en adultos también. La base del método es utilizar el modo en el que uno aprende la lengua materna, para aprender el lenguaje musical. Parece una tontería pero desde las estructuras más simples, uno siente que está generando ‘melodías musicales’, que está buscando ‘belleza’ y eso, es lo que el método tradicional olvida y no enseña”.

Pero así como habla de esta técnica pedagógica, también cuenta sobre la cultura mexicana y el Reventón Mexicano, una serie de eventos de los cuales es una de las máximas instigadoras. “Fueron una serie de fiestas que hicimos en La Plata. Intentamos recrear de alguna forma, una noche mexicana, pero adaptada a ‘la platense’, con cine western, ambientación, música en vivo, mariachis, tacos, tequila. Con mi banda Noches Florentinas (NF) como anfitriones de la velada. Se terminó NF y se acabó el Reventón como fiesta. Entonces se me ocurrió abrir el Reventón Mexicano como un servicio de delivery de comidas mexicanas, antojitos y botanas, sobre todo. Con las ganancias de este trabajo independiente, totopo sobre totopo, pude pagarme el viaje a México. Cosas de la vida… Y para deshacer el mito urbano: ¡yo NUNCA hice los TACOS de ningún Reventón!”.

-¿Cómo fue tu primer acercamiento a la música y qué discos escuchabas o te marcaron cuando eras chica?
En la casa de mi abuela había un tocadiscos que era de mi tío, y un pilón de vinilos que solía revolver durante horas. En ese contexto tuve mi primera experiencia de “escuchar música”. Me fascinaba cuando se filtraba el Claro de Luna de Debussy por el patio, mientras jugaba a la rayuela. En ese tiempo también conocí a los Beatles, y adoré.

-Contá algo de tu primera experiencia grabando un disco junto al trío Ambrosía y ¿qué recuerdos te quedan de esa época?
Bueno, el disco de Ambrosía fue un simple registro del laburo que se iba haciendo. La idea fue generar un documento, un recordatorio, no un disco. Por esta razón es que suena bastante desprolijo y crudo. Ambrosía era algo divertido, laborioso, pero divertido. Usamos la dinámica de la frescura y trabajamos fino sobre eso a la hora del té. Sin retoques, casi sin edición, de pronto teníamos un disco. Estuvo bien.

-¿Cómo conociste a Flavio Casanova, uno de los pioneros del rockabilly en la Argentina con su banda Los Casanovas, y cómo formaron Taboo?
A Flavio lo conocí por el 2006. Resulta que yo estaba fascinada con las grandes bandas de neo swing, como Cherry Poppin Daddies y la Brian Setzer Orchestra, y hacía rato venía por ese lado, queriendo tocar lo intocable con la viola. Bueno, las vueltas de la vida me llevaron a armar una banda de neo swing femenina, y en la primera tocada, entre el público, estaba Flavio. Ahí nos conocimos. De ahí a decidir formar Taboo con Flavio, sólo fue cuestión de semanas.

-Tu segundo disco, Penumbras ¿es como solista o NF era una banda?
Penumbras comenzó siendo un proyecto solista mío, una idea acústica, con muchas cuerdas sonando y tejiendo ese entramado de guitarras que tanto me gustó siempre. Colchones de trémolo, el filo de la acústica, ostinatos por todos lados (risas), medio minimalista, la percusión de las cuerdas tapadas y todas esas cosas. Luego aparecieron los “músicos invitados” y resumiendo, ahí nació NF, como un azar. El disco es un quiebre de ideas. Los temas donde se escucha la banda se armaron como un collage, la batería al final de todo, caótico, de pocos recursos, border. Otro disco desprolijo y crudo, pero intenso y urgente.

-Aparte de guitarrista sos cellista. ¿Qué le aporta este instrumento a tus composiciones?
A nivel compositivo no he explorado demasiado el cello, salvo alguna que otra maqueta, ideas instrumentales sin desarrollo. Sí en materia de arreglos. Trabajé varios temas de NF armando los arreglos con el cello, violín y trompeta, es un color más. El cello lo embellece todo.

-Entre los muchos proyectos que tenés en la actualidad uno es Didi Wray-Tango Surf. En tus propias palabras ¿de qué va esta idea?
Es un proyecto solista donde desarrollo mi faceta guitarrística. Intento integrar dos géneros musicales que me gustan mucho, el tango y el surf rock instrumental. Sencillamente hago una selección de tangos y los versiono utilizando elementos netos del surf/rock/a go go/twist y del tango, tratando de conservar la carga emocional de cada pieza, de cada creación. Y por supuesto preservando lo más rico de uno y de otro género.

-¿Quiénes son los músicos que te acompañan o te van acompañar en este proyecto?
En poco tiempo estaré grabando el disco del Didi Wray & Los Tango Boys. Para eso estoy ensayando con viejos amigos de la vida musical. Gente que me acompañó en NF en distintos momentos de la banda. No obstante, este es un proyecto que admite muchas formaciones. En mayo se presentará el disco en México y serán los Twin Tones quienes funcionen de banda de Didi Wray para la gira por allá. Esa es la ventaja del proyecto solista. Te acoplás a ciertas formaciones ya existentes y se produce el intercambio musical-cultural. Las maravillas de la música y el arte.

-¿Cómo elegís el repertorio, hay mucha prueba y error? No sé si todas las melodías del tango son adaptables al surf rock.
Yo tampoco lo sé… Arreglar y versionar, es un trabajo muy parecido a componer. Requiere destreza, concentración, sentimiento. Un esfuerzo de la sensibilidad y una cuota de análisis intelectual. Sin mencionar la sangre caliente del rock, que también se debe percibir en el resultado. Hacer una relectura de un tango y tratar de quedarse con su esencia, interpretarlo, darle otra dinámica. Son muchas cosas juntas. Y manejarse bajo ciertas consignas estéticas también ¿no? Muchos de los tangos que tanto me gustan no los pude trabajar, el ensayo-error fue más error que ensayo y quedaron fuera.

-La versión de La yumba, que está muy buena, tiene un fragmento de Cambalache. ¿Cómo te surgió la idea de fusionar los dos temas?
Bueno, La yumba es una gigante pieza, una de mis favoritas, que tiene la picardía de desarrollarse en forma de fuga, no respeta la estructura clásica del tango, la arrogancia de esta obra me motivó a desarmarla y desafiar su marcha con la infalible melodía de Cambalache.

Hablando de música y cine, hay una película que fusiona ambos placeres en la vida de Melina Sarmiento: El padrino. Por un lado la música de Nino Rota, por el otro esta historia de mafiosos, emblema del cine norteamericano. Pero su fanatismo es tal, que aunque se le pida sorprender a un grupo de amigos que se reúnan en su casa a ver una película, ella siempre pondrá El padrino, la primera: “seguramente no los sorprendería, pero es una película que hay que mirar siempre que se pueda. Si la vieron, seguro se enganchan a verla nuevamente, si no la vieron, entonces será un antes y un después. Es una de mis pelis favoritas”.

-¿Qué película te marcó cuando eras chica y qué escena te acordás?
No sé si puedo decir que me marcó, pero me gustó muchísimo Mary Poppins. La escena donde van a ver al tío de Mary y está flotando en el aire de tanto reír. La risa contagiosa, es genial, pasa muy a menudo cuando uno es niño.

-Tu amor por México, las rancheras, su cultura. ¿Viste alguna película de cine clásico de México?
Sí, he visto varias de María Félix, Pedro Infante, Negrete, Cantinflas. Tratan los tópicos comunes también a las canciones populares mexicanas. Son clásicos que está bueno conocer, entretenidos, para mirar con mi sobrino que es fanático de la cultura mexicana, acompañado de churros mexicanos con chocolate caliente.

-Babasónicos tiene un tema, Tura Satana, que habla de una de las actrices de Faster, Pussycat!Kill! Kill! ¿Viste alguna película de Russ Meyer?
Sí, vi Faster, Pussycat! Kill! Kill!. Siempre es un golazo hacer un tema que de alguna manera tenga conexión con una peli de culto. Es una actitud muy pop y está bien. El trabajo de Meyer está bueno, en la época del destape de la mujer, es un acierto la súper Tura Satana y los juegos del deseo, me gustó.

-Muchas bandas o solistas de la música surf rock, han tomado influencias de las bandas sonoras de los spaguetti western. ¿Viste alguno? ¿Alguna escena que recuerdes?
Precisamente en el tema Bandidos, de Twin Tones, los chicos usan un fragmento de un diálogo del film El Topo, de Jodorowsky. Hay varias escenas que me impactaron de esa película. “Si vuelves a disparar alojaré tu propia bala en tu corazón. ¿Cómo podrías ganar si yo no combato?” Y sigue… Ese es un western poco convencional, limado y profundo al mismo tiempo. Cuando te acostumbrás al ritmo de la peli, va como piña. La escena inicial donde el niño entierra el retrato de su madre junto a su primer juguete como señal de maduración también es fuerte.

-Si pudieras filmar una película ¿sería documental o ficción, de qué se trataría y si es ficción, decime quiénes serian los protagonistas?
Un documental, de cabeza. Se llamaría La Plata, la ciudad del rock: ¿mito o realidad?

-¿Que actriz o actor secundario te gusta mucho y pensás que tendría que tener un protagónico?
Sin pensarlo demasiado le daría un protagónico al cantante Chris Isaak, sólo por el placer de verlo y escucharlo hablar. Sólo tiene algunas apariciones y no sé si como actor tiene mucho para dar, pero con poco nos conformamos. ¡Perdón la falta de profesionalismo!

-¿Qué banda de sonido de una película te sigue girando en la cabeza hoy, como cuando la escuchaste por primera vez?
Sin duda la banda sonora de El padrino. Nino Rota es increíble, y el desarrollo de los motivos melódicos en la película es perfecto. Perfecto, no le falta nada, ni le sobra nada. Hermoso.

-Suponiendo que te gusta el cine de terror y ciencia ficción ¿qué películas viejas de este género te gustaría reelaborar su música?
Psicosis sería divertido. Convocando un buen colectivo de músicos podría resultar un delirio interesante. Trabajar los momentos sonoros de la historia, y potenciar un poco lo bizarro y otro poco lo lúgubre.

-¿Ves cine oriental? ¿Qué fue lo último que viste?
Me enganché viendo el trabajo de Takashi Miike, por Sukiyaki Western Django. Después conecté con Wisit Sartsanatieng y vi Las lágrimas del Tigre Negro, luego Citizen Dog… tienen un ritmo diferente, estimula mi mente hacia otras cosas, es muy bizarro, me lleva a cosas que normalmente no exploro y eso me piacce.

-De lo último que viste ¿cuál fue la película que te habían inflado mucho y te decepcionó cuando la viste y por qué?
Emm… El turista por ejemplo. No pude terminar de verla, hay pelis que no entiendo por qué las hacen. ¿Hace falta que explique por qué es mala?

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