Por Julieta Paladino // Fotos: David Pafundi
El segundo día de la TRIMARCHI DG fue realmente intenso. En las primeras horas de la tarde el clima acompañó y, tanto público como diseñadores, pudieron disfrutar de unos ricos mates escuchando shows de bandas como El Tronador, o Morbo y Mambo, o viendo demostraciones de hip hop, pruebas de skate y rollers. Todo esto en el pastito que rodea el polideportivo. Simultáneamente, dentro del estadio, se llevaban a cabo las conferencias del día.
Entre los primeros de la tarde, se hallaban los vecinos chilenos de DEMO: un estudio de diseño tipográfico cuyos principios son, entre otros, la democratización de las tipografías y lograr que dicha disciplina adquiera más relevancia dentro del diseño gráfico. Uno de los proyectos más llamativo de este grupo fue, sin dudas, la organización de una suerte de partido de fútbol pero entre un equipo de diseñadores chilenos y otro argentino, con el objetivo final de crear una nueva tipografía. A lo largo de varias semanas y con reglas bien precisas, como si se tratara de un verdadero campeonato deportivo, un referí se encargaba de juzgar las mejores fuentes. El resultado final fue una tipografía llamada CLARA que puede descargarse gratuitamente del sitio: www.proyectodemo.cl.
El próximo proyecto, que comenzarán a desarrollar muy pronto, será otra suerte de campeonato futbolístico latinoamericano para crear una tipografía a partir de la colaboración de Chile, Argentina, Brasil, Perú, Paraguay, Colombia, Venezuela y México.
Un artista realmente sorprendente e innovador fue el coreano Song Hojun, cuyas obras combinan la ciencia, la tecnología, el arte, con mensajes de concientización social. Un ejemplo de esto es la mano gigante robótica que creó como símbolo de fraternidad y amistad. Otra de sus obras es el “amplificador de la felicidad”: un gráfico, creado a partir del circuito de este, en el cual se amplificaría felicidad en lugar de sonidos. En todas sus creaciones no se ve limitado por la inaccesibilidad de los materiales, de hecho en otra de sus creaciones utilizó 200 kilos de aluminio para construir una suerte de bomba atómica, “el arma más fuerte del mundo”, cuya función es la de responder con la frase “te amo” ante cualquier tipo de agresión o golpe.
Más adelante, la argentina Ana Lisa nos trajo diferentes propuestas que no se quedan solamente en lo conceptual, sino que buscan crear soluciones para el exceso de basura y los problemas del medio ambiente. De hecho, la nueva premisa que propuso a todo el público fue cambiar totalmente el punto de partida: antes de pensar en el producto es necesario pensar y planificar todo el proceso, tanto de creación como de distribución, para que este sea más sustentable.
Entre los diversos proyectos que desarrolla seguramente el más curioso sea (in)animate objects. Se trata de una serie de fotografías realizadas a objetos cotidianos intentando encontrar en estos un rostro. Presuponiendo que al adjudicarle una personalidad a las cosas la gente ya no las va a tirar tan fácilmente e intentará arreglarlas. Se trata de una iniciativa muy simple, basada en los principios del animismo y del shintoísmo. Para más información sobre sus obras y proyectos pueden visitar el sitio: www.analisa.co.uk.
