Para algunos puede resultar abrumador describir el nuevo filme de Terrence Malick, The Tree of Life, pero varios miembros de la audiencia en la proyección en el Festival de Cines lo resumieron fácilmente, abucheando el más reciente filme del director de Badlands, Días de gloria, La delgada línea roja y El nuevo mundo.
Los muchos partidarios del filme contrarrestaron con un cerrado aplauso, pero no dejó de ser shockeante que la cinta debutara de esta forma.
The Tree of Life es una elegíaca letanía de imágenes y escenas más vinculadas a la memoria que a la narrativa tradicional. Siguiendo a una familia de Texas durante los años cincuenta y protagonizada por Brad Pitt, Jessica Chastain y Sean Penn, presenta una gran cantidad de representaciones simbólicas y surrealistas que remiten al universo desconocido por el hombre y el origen del tiempo.
Malick es como el J.D. Salinger de los cineastas: raramente fotografiado, nunca se presta a entrevistas y esta vez no fue la excepción, ya que no se presentó a la conferencia de prensa posterior a la proyección. Y sin embargo goza de un apoyo casi incondicional de un sector de la crítica. Por ejemplo, James Rocchi, de MSN Movies, y Eric Kohn, de IndieWire, respaldaron fuertemente el filme y fueron muy duros con respecto al público que lo denostó.
El que sí estuvo en la rueda de prensa fue Brad Pitt, quien declaró “esta película es universal, Terrence Malick espera conmover a todas las culturas. Harían falta varios días para explicar el proceso de creación de la película. El guión estaba muy bien escrito, era muy denso, pero Malick no quería seguirlo al pie de la letra. Le gusta atrapar la verdad al vuelo. Es por eso que la película desprende esa impresión de frescura. Además, casi todo se filmó a plena luz del día”.
El actor también se refirió al vínculo entre la película y su infancia: “fui educado en la religión cristiana, y cuando era joven, hacía muchas preguntas para comprender determinadas cosas. Estas mismas preguntas se plantean en la película, ese es el motivo por el cual me conmovió”.
OLIVEIRA NO SE DESPIDE
El centenario realizador portugués Manoel de Oliveira trae este viernes a las pantallas españolas El extraño caso de Angélica, un poema visual que contiene toda la simbología de su obra, y que, aunque lo parezca, no es una despedida, según asegura el productor de la cinta, el español Luis Miñarro.
Director de más de cincuenta películas, la primera de las cuales rodó en 1931, Oliveira (Oporto, 1908) sigue en activo a los 102 años, preparando un nuevo guión cuya trama sucederá en Francia y contará con los actores Michel Piccoli y Jeanne Moreau, ha desvelado Miñarro.
Este poema cinematográfico que es El extraño caso de Angélica es, en cierto modo, una continuación de la anterior Singularidades de una chica rubia, explica el productor de ambas: «son dos películas que se interrelacionan y dialogan entre ellas».
Mientras la anterior «es una película de ventanas y hacia el exterior, esta es de cuarto y hacia el interior, donde lo que ocurre dentro es el subconsciente y lo que sucede del balcón a la calle es lo real; cabalga -señala Miñarro- entre dos mundos, que a la vez conectan con la mitología sefardita, que por cierto, yo desconozco», ha dicho.
Protagonizada, como es habitual en el centenario realizador, por su nieto, el actor Ricardo Trepa, esta última cinta incluye a una «angelical» Pilar López de Ayala que no pronuncia una sola palabra en las escasas escenas en las que aparece, a pesar de ser el centro, origen y llegada de la historia.
Miñarro asegura que «nunca» en su carrera se ha encontrado con un director tan eficaz como Oliveira, quien, a pesar de su edad, «lo tiene todo ordenado en la cabeza».
«Estamos ante una película riquísima que contiene todo el universo de Oliveira. Es una obra maestra que quedará para la Historia y no es, aunque lo parezca, una película de despedida», ha asegurado el productor.
(Fuentes: Festival de Cannes, Entertainment Weekly, EFE)