Por Gabriel Piquet
(Fotos: Adolfo Rozenfeld)
Está sucediendo algo positivo en el rock argentino: lentamente se le está dando un espacio mayor a las mujeres, escena que siempre le fue esquiva a lo femenino. Pero en este presente aparece un importante grupo de damas, entre las que podemos incluir a María Ezquiaga, Melina Sarmiento guitarrista de Taboo, las marplatenses de Pájara pinta (una banda íntegramente formada por mujeres) o Sol Pereyra, actual integrante de la banda que acompaña a Julieta Venegas. Y haciendo un recorte, nos encontramos con Jimena López Chaplin, compositora, cantante, guitarrista, además de aficionada a la fotografía y a las artes plásticas, con un pasado en la animación. López Chaplin está desarrollando una interesante carrera solista y además integra Las amantes, junto a la citada Ezquiaga y Coni Cibils.
López Chaplin está actualmente trabajando en su segundo disco, donde ahonda en su estilo cercano al formato canción que ya se pudo apreciar en su Ojos de plástico, su disco debut. La artista introdujo allí temas propios, a la vez que realizó varios covers, con una lista ecléctica que abarcó de David Bowie a Todos tus muertos. El sonido de López Chaplin es clásico, para los parámetros del rock-canción: guitarra, batería, bajo, más la inclusión de algún acordeón que aporta singularidad. “Para ese momento yo ya tenía varios temas míos y siempre me gustó mucho reversionar canciones, así que sólo hubo que hacer una listita y seleccionar lo que mejor nos parecía”, explica la cantautora.
Es entonces que en aquella primera experiencia en solitario de López Chaplin, que contó como invitados a Manuel Onis, Pablo Dacal, Pablo Grinjot y Daniel Sbarra, aparecen además de Bowie y la banda de Fidel Nadal, también canciones de Marisa Monte y Auténticos decadentes. Y antes de prestarse al cinéfilo/musical, la artista cuenta que ya compuso varias canciones para lo que será su próximo material discográfico: “ya hay varios temas que irán al disco. Aún no me decido por cuáles son las versiones qué voy a grabar, pero sí, habrá versiones. Tal vez no tantas como en Ojos de plástico”.
-¿Cómo fueron tus comienzos como cantante de la banda El crudo? ¿Qué estilo hacían?
No sé exactamente qué estilo era. Experimental, tal vez. Las canciones eran de un nivel de composición muy complejo, había cosas bárbaras y otras que por momentos te mareaban un poco bastante, pero a mí me divertía mucho meter la cabeza ahí, en algo que jamás me hubiese puesto a componer. Era una de mis primeras experiencias grupales y me llevaba muy bien con todos, así que lo disfruté mucho. Formábamos la banda un tecladista, un guitarrista (que eran quienes componían), otra cantante y yo. Los muchachos estaban en un plan mucho más comprometido con el grupo que nosotras que éramos más chicas. Y me acuerdo que una vez nos propusieron largar nuestros laburos y todo para dedicarnos completamente a la banda. Yo, particularmente, no sentía que fuera mi momento ni el proyecto definitivo en el que quisiera embarcarme. En esa época recién empezaba a laburar en el estudio de animación y estaba muy contenta con eso y por supuesto que si podía tener un proyecto musical paralelamente, mejor aún. Pero no estaba para dejar todo. Así que nos fuimos de El crudo. No llegamos a grabar disco. Pero tengo grandes recuerdos de esa época. No sé si ellos habrán seguido. Nunca más los volví a ver.
-Luego pasaste a Mamá me dicen negra. ¿Qué recuerdos tenés de esta etapa?
Este proyecto ya fue mucho más personal para mí, porque lo armé con una amiga y ambas componíamos. Y componíamos mucho. Nos juntábamos mucho a zapar y a armar los temas. Se armó una dupla súper creativa. Después incorporamos a un percusionista. Tuvimos algunas presentaciones y más tarde la banda se disolvió porque mi amiga decidió que quería viajar un buen rato por todo el país. A ella no le gustaba vivir en Capital. Fue una pena para mí. Pero me quedaron los mejores recuerdos de Mamá…. Fue una experiencia lindísima.
-En 2010 salió Ojos de plástico. ¿Cómo fue el cambio de siempre estar compartiendo ideas con otros y ahora largarte a interpretar y concretar un trabajo en el que, de alguna manera, decidías vos sola?
Se dio muy naturalmente. Al poquito tiempo de haber terminado con Mamá me dicen negra, apareció Alfonso Barbieri, mi actual productor, y me propuso grabar un disco solista. La verdad es que no lo pensé demasiado, ni me lo tomé muy en serio tampoco. Fui y empecé a grabar en el estudio de Anetol Delmonte (que es el grupo que forma mi hermano desde hace más de 10 años). Así que para mí era un plan que no me incomodaba en absoluto. De hecho me divertía la idea. No me ponía dentro de ningún marco de exigencia ni de solemnidad ni nada. Era ir a grabar a la casa que venía frecuentando desde hacía años y acompañada por los chicos. Lo grabamos en un veranito. En pocos días. La primera versión del disco tuvo sólo nueve temas. Luego, cuando el disco salió por un sello, aproveché para grabar algunas canciones más de mi autoría.
-Habitualmente en un primer trabajo se meten más temas propios que covers, pero en tu caso hay varios covers. ¿Fue porque tenías pocas composiciones o fue una decisión pensada?
A mí me encanta reversionar canciones. Fue también sugerencia de Alfonso el hecho de que estuvieran esos temas. Y me entusiasmó la idea. Ya te digo, era una experiencia nueva para mí grabar. Así que tenía cero expectativas y cero prejuicios. No me importaba la cantidad de temas míos comparada con la cantidad de temas reversionados. Y ahora estoy encantada de haber grabado esas versiones. Además luego tuve la suerte de que algunas fueran escuchadas y recibidas de manera súper positiva por sus autores originales. Así que para mí es un ‘elogión’.
-Leí que comenzaste a tocar guitarra imitando la línea de bajo de temas de Todos tus muertos. ¿Cuál era el disco que más escuchabas de la banda y qué otra banda de la época escuchabas mucho?
Nena de Hiroshima, de Todos tus muertos, definitivamente. Lo gasté. Escuchaba mucho también a Los visitantes. Ellos fueron grandes referentes para mí. Amaba y amo aún casi todos sus discos. No sólo les debo una versión, sino que ya tengo elegido el tema que probablemente esté en el próximo disco.
-Tu tema El tobogán remite a la música pop de los 80. ¿Tenés referentes de esa época? ¿Fue casual que apareciera Daniel Sbarra de Virus?
Yo nací en los 80 así que todo lo que sonaba por esos años, quiera o no, lo incorporaba de alguna manera. Pero no es una época que me encante musicalmente hablando. Tal vez porque todavía era muy chica y lo que más escuchaba era lo que ponían mis papás. Virus sí sonaba mucho. Los beatles, mucha bossa nova y algunas otras cosas. Empiezo a descubrir de más grande, música de esa época que me gusta. Dani es amigo de Alfo. Y no. No fue casual invitarlo para esa canción. Además el arreglo que grabó, terminó de armar el tema. Es genial. Creo que cada vez que lo escucho me sorprendo de lo buena que quedó esa guitarra.
-En canciones como El tobogán o Tendé la cama sin mí, siempre te referís a novios, parejas que pareciera que no querés que vuelvan a tu lado ¿Sos una mujer solitaria o te dejaron muchas veces y la música te sirve de catarsis?
Hasta ahora fui casi siempre yo quien terminó las relaciones. Tal vez sí, soy bastante solitaria, creo. Tendé la cama… justo habla de una relación en la que sufrí un poco. Pero en El tobogán se me mezclaron un montón de sensaciones de diferentes momentos y relaciones. Me parece que no necesariamente siempre las letras son ciento por ciento reales. Me gusta ponerme a inventar historias. Pero creo que hablar y escribir sobre estas cosas, siempre desagota y ayuda a seguir con otras. Me doy cuenta de que además escribo para sentirme un poco mejor, por lo que generalmente no me pongo a decir “te extraño por favor volvé” o “voy a morirme si no estás”. ¡Me sale más hacerme la fuerte! Además, el amor y el desamor son fuente de inspiración para todos, no podemos negarlo. Y a mí me surge escribir desde ese lugar.
Además de la música, Jimena López Chaplin tiene una fuerte afición por las artes plásticas y la fotografía, y en reiteradas ocasiones estas expresiones aparecen en sus composiciones: “hay bastante de imágenes en mis canciones. Son grandes disparadores para mí. De hecho cuando no se me cae ni una idea para escribir, empiezo a mirar todo. El piso, la mesa, los cuadros, el gato, todo. Todo sirve”. Pero no se trata nada más que de una afición, un hobbie. Por ejemplo, la cantante trabajó en cine y publicidad dentro del campo de la animación, un momento de su vida que recuerda con bastante cariño. “Lo que yo hacía era un laburo chino, básicamente. Dentro de la animación era el último paso a mano. Es decir, a mi tablero llegaban 250 mil dibujitos en lápiz. Eran las animaciones completas cuadro por cuadro, y yo tenía que pasarlos ‘prolijísimamente’ a tinta. Uno por uno. El dibujo, la sombra y el brillo de cada uno. Me apasionaba, igual. Lo hacía durante horas y horas. Y mientras tanto escuchaba música, me tomaba unos mates. Era un trabajo muy terapéutico. Lamentablemente es algo que ha quedado muy desplazado con la llegada del 3D”.
-¿Una película de Disney que te haya gustado y por qué?
Buscando a Nemo. Es de esas películas que por más que la haya visto mil veces, cada vez que la están dando, la dejo. Muero de risa. Me parece buenísima. Además los diseños de los bichos son increíbles, las animaciones. Es genial por donde la mire.
-¿Un animé que te haya gustado?
Death note.
-¿Una de stop motion que te haya gustado?
Coraline.
-A lo largo de la historia del cine ¿cuál es tu actriz favorita?
Meryl Streep.
-Las mujeres comúnmente no tienen mucha afinidad con el género de terror ¿Qué película de terror te gustó y qué fue lo que más te asustó?
Particularmente a mí las películas de terror me gustan mucho. La llamada y Actividad paranormal creo que son las más me gustaron. Seguramente porque fueron también las más me asustaron.
-¿Ves musicales? ¿Te gustó algunos, hay escenas que recuerdes?
Mmm… no he visto ninguno entero. No me gustan los musicales, la verdad. Seguramente me esté perdiendo de algo. Quién te dice en un tiempo…
-¿Cuál fue la última película europea que viste?
La flor de los cerezos.
-¿Cuál fue la última película asiática que viste?
El sabor del té.
-¿Viste alguna de las películas del denominado Nuevo Cine Argentino?
Tiempo de valientes… ¿esa es del Nuevo Cine Argentino? En verdad me gustó. Me hizo reír un rato. Además me gustan Peretti y Luque.
-Invitás un chico a salir y querés causar una buena impresión.Van al cine y elegís vos la pelicula ¿Qué lo llevás a ver y por qué?
Cualquiera de Miyazaki. Es sencillamente genial.
Podés escuchar a Jimena López Chaplin, acá.