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Pantalla Pinamar 2011: postales pinamarenses

Por Daniel Cholakian

La noche de la inauguración oficial de la muestra se realizó una fiesta en los jardines de uno de los más elegantes hoteles de la ciudad. Luego de comer y beber -aún cuando algunos continuaban bebiendo- comenzó el baile, que fue muy bien recibido por la mayoría de los invitados. Entre todos, se destacó la presidenta del INCAA, Liliana Mazure, que bailó durante casi todo el tiempo que duró la propuesta danzante. Es interesante ver que la máxima autoridad del cine en el país puede estar bailando allí, entre realizadores jóvenes, distribuidores, productores, críticos, sin que se escuchen comentarios irónicos o malintencionados.

Carlos Morelli anticipó en un reportaje publicado en Fancinema, que las salas serían desbordadas por el público. El pronóstico fue totalmente acertado. Las salas se presentan en las últimas dos funciones absolutamente colmadas, tanto en la platea como en el pullman. Efecto del feriado largo y de una temporada de vacaciones de personas adultas, que son la mayoría de los concurrentes, lo cierto es que ver salas repletas para ver películas de orígenes no convencionales, incluso en horarios casi cercanos a la trasnoche, es siempre un motivo de alegría.

Un atractivo especial significó el coctail con el que la embajada de India agasajó a los invitados el domingo. Más allá de la ya referida capacidad histriónica de su embajador -que permaneció conversando con los asistentes como uno más de todos- se presentaron diversas danzas nativas, que atrajeron a todos quienes habían llegado hasta esta ciudad traídos por la organización. Era casi imposible observar la belleza de los bailes dado la cantidad de personas interesadas. Cada danza fue previamente explicada, de modo de poder comprender el sentido de cada movimiento y cada formación. Al finalizar el embajador, luego de intercambio protocolar de presentes, invitó a degustar comidas típicas de su país, no sin antes advertir que la comida india se divide en «picante, más picante y mucho más picante».

Una de las condiciones más agradables del desarrollo de las actividades es la tranquilidad y la buena onda que se siente entre los participantes, cualquiera sea su condición y origen. Aquí conviven ministros de la nación y la provincia, diputados nacionales, embajadores extranjeros, artistas invitados, periodistas y público en general, en contacto permanente, franco y distendido. La posibilidad de dialogar entre todos con confianza y tiempo, está relacionado tanto con la acotada cantidad de actividades y la localización de todas ellas en pocas cuadras, como con la serenidad y gentileza de todos quienes forman parte de los equipos de la organización. Es auspicioso ver que la mayoría de los funcionarios concurren a las salas a ver las películas y que no han venido solamente para salir en las fotos de ocasión.

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