En su nueva película, Álex de la Iglesia vuelve a trabajar con tópicos habituales en su filmografía: espacios opresivos, situaciones límite y personajes mostrando lo peor de sí mismos.
Se trata de una nueva comedia negra, centrada en la grabación de una gala musical navideña. Entre los protagonistas, aparecen el cantante Raphael y Mario Casas.